La Asamblea General de la ONU aprueba por 128 votos contra nueve y 35 abstenciones declarar la decisión estadunidense de reconocer a Jerusalén como capital de Israel “nula y sin efecto”.
La resolución no es vinculante, pero tiene un alto significado político.
La votación, una victoria para los palestinos, se dio por un margen significativamente menor al que esperaban sus promotores, ya que se pronosticaban hasta 150 votos por el “sí”. Cabe notar que 21 países estuvieron ausentes.
En ese sentido fue tambnién una victoria para Washington, ya que la amenaza del presidente Donald Trump de negar fondos a los países que se oponen a su decisión tuvo su efecto.
Los palestinos expresaron su satisfacción por el voto este jueves en la Asamblea General de la ONU de una resolución que condena el reconocimiento por Estados Unidos de Jerusalén como capital de Israel.
«Esta decisión reitera que la causa justa de los palestinos goza del apoyo del derecho internacional (…) Vamos a proseguir nuestros esfuerzos en la ONU y en otros foros internacionales para poner fin a la ocupación (israelí) y crear un Estado palestino con Jerusalén Este como capital», afirmó el portavoz del presidente palestino Mahmud Abbas.
La embajadora estadunidense ante la ONU, Nikki Haley, reiteró sus amenazas el jueves a los países que voten a favor de una resolución condenando la decisión de Washington de reconocer a Jerusalén como capital de Israel, poco antes de la votación en la Asamblea General de la ONU, advirtiendo que su gobierno «recordará este día».
«Esta votación marcará una diferencia en la forma en que los estadunidenses miran a la ONU y en cómo observamos a los países que nos faltan el respeto», añadió frente a la sesión de urgencia de la Asamblea General.
El organismo decidirá sobre el proyecto que Estados Unidos vetó en el Consejo de Seguridad el lunes, luego de que los otros 14 miembros votaran en favor de la iniciativa.
El embajador de Israel, Danny Danon, sostuvo en tanto que su país «nunca será expulsado de Jerusalén».
Por su parte, en la apertura de la sesión y dirigiéndose a la asamblea, el ministro de Relaciones Exteriores palestino, Riad al Malki, pidió apoyo y aludió a la advertencia de Estados Unidos de que estaba «tomando nota» de cada voto y anotando los nombres de los países que se le opongan.
«Esta organización está ahora pasando por una prueba sin precedentes», dijo Malki. «La historia registra nombres, recuerda nombres, los nombres de quienes hacen lo correcto y los nombres de quienes hablan de cosas falsas. Hoy somos buscadores de los derechos y de la paz», agregó.
Trump amenazó el miércoles con cortar el financiamiento estadunidense a aquellos países que apoyen la resolución presentada por Yemen y Turquía en nombre de los países árabes y musulmanes.
«Toman cientos de millones de dólares e incluso miles de millones de dólares y luego votan contra nosotros», dijo Trump en la Casa Blanca.
«Bueno, estaremos mirando esos votos. Déjenlos votar en contra nuestra. Ahorraremos un montón. No nos importa», afirmó.
En respuesta, Turquía, importante aliado de Washington, exhortó este jueves a la comunidad internacional a «no venderse» por «un puñado de dólares».
«Sobre todo no vendan su voluntad (…) por un puñado de dólares», declaró el presidente turco Recep Tayyip Erdogan durante un discurso en Ankara.
El proyecto de resolución refleja la iniciativa vetada por Estados Unidos en el Consejo, reafirmando que toda decisión unilateral sobre el estatus de Jerusalén no tiene efecto legal y debe ser revocada.
‘La casa de las mentiras’
Israel rechazó anticipadamente la votación, calificando a la ONU de «casa de las mentiras», en palabras del primer ministro Benjamin Netanyahu.
«Jerusalén es la capital de Israel, lo reconozca o no la ONU» y «el Estado de Israel rechaza rotundamente la votación», dijo Netanyahu.
Al igual que el texto que presentó Egipto ante el Consejo de Seguridad, el proyecto de resolución que votó la Asamblea de 193 países no menciona explícitamente a Trump, pero expresa «una profunda preocupación sobre las recientes decisiones acerca del estatuto de Jerusalén».
Ya el martes Haley había advertido que Trump miraría la votación «atentamente» y que le pidió que «informara de los países que votaran contra nosotros». «Tomaremos nota de cada voto sobre el tema», escribió la embajadora en un mensaje visto por la AFP.
«Nikki, ese fue el mensaje correcto», afirmó el mandatario.