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EFE

La Unión Europea (UE) y México cerraron 2017 a las puertas de sellar la actualización del acuerdo que regula sus relaciones comerciales desde 2000, un pacto que ambas partes querían cerrar este año, pero que finalmente requerirá “algo de trabajo adicional” en las próximas semanas.

“Ambos equipos han hecho un excelente trabajo, hemos hecho muchos progresos y estamos muy cerca, pero no lo hemos logrado del todo. Está a nuestro alcance, pero necesitaremos algo de trabajo adicional a principios de año”, dijo la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström.

Malmström compareció en una rueda de prensa junto al secretario mexicano de Economía, Ildefonso Guajardo, que está en Bruselas desde el martes, para explicar los progresos de la que ha sido la séptima ronda de negociaciones desde que se acordó la modernización del tratado en 2013.

“En estas dos semanas nuestros equipos han hecho gran esfuerzo y nos han puesto en una perspectiva en la que estamos muy cerca de alcanzar nuestros objetivos”, incidió Guajardo, quien agregó que los equipos negociadores tienen ahora instrucciones concretas para concentrarse en los capítulos pendientes.

Ambos bloques habían expresado en varias ocasiones su deseo de cerrar el pacto antes de final de este año, e incluso Malsmtröm lo había considerado una “posibilidad realista”, pero finalmente el acuerdo político llegará, previsiblemente, durante los primeros meses de 2018.

“Los dos tenemos deberes para Navidad”, bromeó la comisaria sueca.

El secretario mexicano negó que existiera una sensación de “fecha límite” por las elecciones presidenciales mexicanas del próximo año y la comisaria europea se mostró confiada en “resolver todas las cuestiones políticamente difíciles” en las próximas semanas, aunque rechazó dar una fecha exacta.

“Cuando anunciemos un acuerdo, será uno en el que hayamos resuelto estos problemas. Habrá detalles técnicos que nuestros equipos tendrán que resolver en los próximos meses, pero el objetivo es claramente tener resuelto todo lo que pudiera ser políticamente difícil”, dijo la comisaria.

Entre otros, quedan por resolverse los capítulos de denominaciones de origen y el sistema para resolver las disputas entre los inversores y los Estados.

Guajardo reafirmó el “fuerte compromiso” de su país con el sistema para proteger el origen de los productos y destacó el tequila mexicano como “un buen ejemplo de que creemos en el poder de las denominaciones de origen”.

Malmström atribuyó las diferencias entre ambas partes en este tema a que en la recta final de este tipo de negociaciones “siempre quedan algunos temas pendientes”, habitualmente sobre las cuotas de acceso a mercado, la agricultura y las indicaciones geográficas.

Respecto al sistema para resolver las disputas entre los inversores y los Estados, la comisaria sueca señaló el “progreso en explicar y clarificar” al equipo mexicano el nuevo Sistema de Tribunales de Inversiones europeo, que los socios comunitarios emplean en sus pactos comerciales con Canadá, Vietnam y Singapur.

Las negociaciones para modernizar el tratado actual comenzaron en 2013, pero han ganado un impulso desde la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, una circunstancia que no dejó de lado la comisaria europea en su comparecencia de hoy.

“La política comercial europea va de construir puentes, no muros, y en esta labor México es un amigo cercano, aliado y socio comercial que viene de lejos”, subrayó Malmström en una referencia velada a la gran promesa de la campaña presidencial del republicano de construir un muro en la frontera con sus vecinos mexicanos.

Las políticas abiertamente proteccionistas del mandatario estadounidense y su cuestionamiento del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN, en inglés NAFTA), que Trump calificó durante la campaña electoral como el “peor tratado firmado nunca” por su país, han convertido a esta negociación en una “prioridad” para la agenda comercial mexicana.

Para Guajardo, la modernización es la “estrategia a seguir” para hacer los acuerdos comerciales “parte de los cambios que el siglo XXI trae para nuestras economías”.

“El acuerdo que tenemos hasta ahora ha sido un éxito económicamente y estamos seguros de que con los cambios que le estamos haciendo será un éxito aun mayor para las sociedades europea y mexicana”, concluyó.