El exboxeador mexicano Julio César Chávez dijo que en su juventud anheló convertirse en el campeón del mundo, y aunque con el tiempo lo logró, fueron los vicios y las malas amistades quienes lo llevaron al infierno.
“Yo soñaba con ser el campeón del mundo, con sacar adelante a mi familia, con hacerle la casa a mi madre; soñaba con tener yates, carros y millones de dólares. Y cuando todo lo tuve, nada me llenó, me sentía vacío y solo.
“Entonces, busqué las cosas más tontas y estúpidas: el alcohol y la droga. ¿A dónde me llevó eso?, me llevó a un infierno, me llevó a un precipicio sin fondo”, platicó Julio César Chávez en entrevista con Notimex.
Ésta y otras revelaciones son las que hizo el ídolo para la serie de televisión “El César” que, inspirada en su vida personal y profesional, se estrenará el 18 de septiembre próximo a través del canal de paga Space, con la actuación estelar de Armando Hernández.
El astro del boxeo, considerado uno de los mejores a nivel mundial, admitió que no fue fácil aceptar la propuesta de abrir su corazón y narrar los claroscuros de su vida, pero aceptó a petición de su familia.
“Me costó mucho trabajo. Lo estuve pensando durante varios meses hasta que me llegaron al precio”, comentó entre risas.
“Lo analicé mucho con mi familia, con mi mamá, mis hermanos, mi esposa y les gustó la idea. No estaba muy contento de que se ventilara toda mi vida, pero pensándolo bien y viéndolo por el lado positivo, acepté porque quiero que esto quede en vida para mis hijos, para mis seres que vienen creciendo”, explicó.
Lo mejor de todo es que podrá disfrutarlo en vida. “Imagínate que hubieran pasado la serie después de mi muerte. Así ya no hubiera tenido chiste, no la hubiera visto. Por ello es que verla me llena de satisfacción”.
Sin embargo, el llamado “El César del Boxeo” confesó que también le pone triste recordar los episodios en su existencia, sobre todo aquellos de los que se avergüenza.
“Son sentimientos encontrados porque voy a vivir momentos que no me van a gustar, que ya pasé en mi vida y en los que hice mucho daño, sobre todo a mis seres queridos. A mi esposa la maltraté, la humillé, la ofendí y la lastimé, mientras que mis hijos veían mal a su padre”.
Incluso, Julio César Chávez fue más allá al revelar que en ocasiones estuvo punto de quitarse la vida a causa de la depresión.
“Yo mismo me hacía daño porque fueron muchos años de adicción. Era día tras día, noche tras noche, semana tras semana, mes tras mes, años. Caí en el hospital y estuve a punto de morirme, vomitando sangre. Pero aún así, no quería recuperarme”.
Aceptó que tocó fondo, no obstante, “continuaba haciendo daño a mi familia. Juntándome con gente que no debía, exponiendo mi vida, la de mis hermanos, la de mis hijos. En fin, hay muchas cosas”.
El exboxeador, que sumó 90 peleas invicto, consideró que exponer estos acontecimientos serán de ayuda para alguien que quizá se encuentre en la misma situación por la que él pasó.
“Quiero que la gente se dé cuenta que tiene que cuidarse, que tiene que asesorarse bien. Si yo me hubiera asesorado bien, no me hubiera ido como me fue”.
La fama, dijo, es difícil de sortear cuando se está en la cúspide, como a él le ocurrió a lo largo de su carrera como pugilista.
“Es muy difícil manejarla cuando no se está preparado y más cuando provienes de una familia humilde. Te empiezan a llegar carretadas de dinero, llegan personas que dicen ser tus amigos. Te empiezan a llegar mujeres y se va envolviendo uno con los ‘amigos’. Te vas metiendo poco a poquito y después ya no puedes salir”.
Prometió que para la serie “El César” no se guardó nada, lo contó todo por más doloroso que haya sido. “Aunque claro, no me van a ver bichi (desnudo), o quién sabe, la verdad no sé porque o he visto los capítulos aunque habrá escenas que no me van a gustar”, reiteró.
Tras ocho años de haberse alejando del consumo de drogas y alcohol, el ganador de cuatro títulos mundiales de box resaltó que en la actualidad se siente orgulloso de la vida que lleva, “de estar limpio”.
“Sin embargo, también me siento muy triste por la muerte de mi hermano Borrego (Rafael Chávez) y porque tengo enfermo a mi hermano Rodolfo. Como que las cosas se me han venido encima. He pasado por momentos muy dolorosos, pero la vida así es y uno tiene que seguir.
“Tiene uno que darle vuelta a la página y seguir luchando día tras día. Gracias a Dios me siento tranquilo conmigo mismo porque ahora me dedico a tratar de ayudar y salvar las vidas que más se puedan a través de las clínicas de rehabilitación que tengo”.
El propósito, dijo, es que quienes se internan en ellas se alejen de las drogas y el alcohol. “Les digo que eso les lleva solamente a tres cosas: cárceles, hospitales y la muerte”.