Ante el aumento del costo de insumos como harina y gas LP, las tortillerías de Agua Dulce reportaron el incremento del kilogramo de tortilla, el cual pasó de 19 a 20 pesos a comienzos de este 2018.
Dependientes entrevistados comentaron que a pesar de que los dueños se resistían a subir el precio, terminó siendo poco sostenible: “Apenas en diciembre subió tres veces el precio del gas y luego en enero nos subieron el precio de la tonelada de harina de maíz a 1200 pesos”, comentó una encargada.
El aumento de los combustibles, como consecuencia de la Reforma Energética, no sólo afectó a la gasolina o el diésel sino también al gas LP, combustible doméstico utilizado en la mayoría de los hogares de Agua Dulce así como de la industria de alimentos instalada en esta ciudad.
En el caso de las tortillerías, la mayoría cuenta con tanques de 1000 kilogramos de capacidad, lo que representa un aumento en el gasto de casi un 30% en comparación con los precios del 2017, pues actualmente el dólar define el alza de estos precios, pues México importa la mayoría de gas LP y gasolina de Estados Unidos.
El personal entrevistado, de la tortillería “Prisma”, expuso que en el caso de los mototortilleros el precio se estableció en 21 pesos por kilogramos de tortilla, pues los trabajadores deben costear su propia gasolina y ofrecen un servicio a domicilio tanto a ‘tienditas’ como particulares.
Adicionalmente al alza del precio de la harina y el gas, los locales también se enfrentarán con una factura de energía eléctrica más cara, pues a partir de este 2018 por primera vez las tarifas para la industria y los hogares estarán basados en los costos de la producción y distribución del servicio, lo que apunta a un aumento de entre el 2.5% y 10% respecto a lo que se pagó en el 2017.
De esta forma, el precio de las tortillas registró por otro año consecutivo el correspondiente incremento que en el transcurso de dos décadas se ha elevado en un 400%, mientras que el salario mínimo apenas ha subido en ese mismo período en menos de un 50%.
