ANIVESARIO DE LA REVISTA NEXOS (I).
En el mes de enero de 1978 salió publicado el primer número de la Revista Nexos, hoy a 40 años de su nacimiento Nexos es una revista referente en la vida pública de México, por las páginas de Nexos hemos leído artículos de destacados intelectuales como los finados Gabriel García Márquez, José María Pérez Gay, Carlos Fuentes, Carlos Monsiváis, Augusto Monterroso, José Lezama Lima, José Saramago, y actualmente seguimos disfrutando de las plumas de Ruy Pérez Tamayo, José Woldenberg, Silvia Molina, Ángeles Mastretta, entre otros. Por tal motivo, festejaremos el aniversario de la Revista dedicando tres artículos a tres destacados miembros de Nexos, iniciando el ciclo literario con Enrique Florescano.
Enrique Florescano fue el primer Director y fundador de Nexos, en el número 481 publicado en el presente mes de enero, Florescano sobre los 40 años de la Revista escribe: “Reflejo de la cambiante realidad que le da razón de ser, Nexos ha cambiado constantemente de formato, autores y contenidos. Sin embargo, ha mantenido su interés por ser un espejo crítico de la vida pública de México. Es también un registro del desarrollo de la vida cultural y literaria de nuestro país. En sus páginas se encuentran obras, libros, reseñas y análisis de los más importantes escritores y pensadores tanto mexicanos como extranjeros.”
El escritor veracruzano Enrique Florescano ha desarrollado una brillante carrera como historiador, en 1997 salió publicado por el Fondo de Cultura Económica un pequeño libro de Florescano titulado: “La Historia y el Historiador”. La obra está compuesta por tres ensayos que nos explican la importancia de la historia al momento de responder a las preguntas “¿Cómo nació el relato histórico? ¿Para qué se escribe la historia? ¿Cuáles son las características que distinguen a la indagación del pasado?”
Resulta muy interesante la parte crítica y autocrítica que Florescano transmite en sus escritos, como hombre conocedor de la historia reconoce que en sus orígenes era sólo una recuperación selectiva del pasado con un fin controlador para el presente y hacia el futuro, se contaba lo que convenía al poder ya fuera representado por el Gobierno, Iglesia o ambos, no obstante, el espíritu crítico es inherente al hombre, y con el paso de los años los oprimidos e inconformes con el régimen establecido empezaron a investigar sobre fuentes confiables del hecho pasado y se inició la historia critica, la duda de lo narrado oficialmente provocó la investigación, la comprobación, el método, Florescano nos presenta éste cambio con la siguiente reflexión:
“Si para los poderosos la reconstrucción del pasado ha sido un instrumento de dominación, para los oprimidos la recuperación del pasado ha servido como hilo afirmador de su identidad y como fuerza emotiva que mantiene vivas aspiraciones de independencia y liberación.
En los tiempos en que se lucha simultáneamente por el presente y el pasado, surge también la crítica histórica, la revisión de los testimonios en que se funda la interpretación propia y la antagónica. La época en que el cristianismo comenzó a suplantar al paganismo como religión estatal (siglo III Y IV), los años de la reforma y contrarreforma, o las décadas de crisis políticas que van del siglo XVIII a finales del siglo XIX, fueron tiempos en que el pasado dejó de ser uno para convertirse en múltiple.”
El Maestro Florescano apunta que la historia como disciplina propia nace en el siglo XIX, antes del estudio riguroso y metodológico de la historia, se tenía una consciencia histórica, un saber, pero no se conocía el pasado con un fin crítico, explicativo, el hombre creía que los sucesos sociales o personales eran providenciales, sobrenaturales, cuando el hombre estudió el pasado para comprender su presente y planear su futuro se dio un cambio fundamental, porque ahora será la razón la que guiará nuestras vidas y no lo místico, la historia se interesará en la vida terrenal, pagana, real, con el único objetivo de conocer el pasado para darle continuidad o cambiar el presente, pero sobre todo para darnos una identidad y razón de ser.
En esta parte evolutiva de la historia, Enrique Florescano pone como ejemplo el método utilizado por Marx, aclarando que independientemente si se es marxista o no, hay que reconocer que Karl Marx utilizó un método donde incluye todas las disciplinas humanas para explicar el pasado y mostrarnos cómo ha determinado y condicionado a nuestro presente: “Marx pensó la realidad histórica como una totalidad dotada de coherencia interna, en la cual cada una de sus partes condiciona y transforma a las demás, a la vez que cada parte es condicionada y transformada por el todo. Esta concepción lo llevó a construir un instrumento teórico –el modo de producción –capaz de captar la realidad social en su conjunto.”
En estos estudios sobre la historia y el historiador, Enrique Florescano reflexiona cómo se ha hecho la historia en nuestro país, señala que a partir de 1940 se empezaron a crear colegios, institutos, academias, y aquí la historia se profesionalizó por una parte, pero al mismo tiempo el historiador se alejó de la sociedad y de la función social que debería desempeñar, por supuesto que mucho influyó que los colegios e institutos eran financiados por el Estado y esto determinó la poca autonomía que tenían los investigadores para escribir y presentarnos una historia crítica y real, hoy en día ese mal en su totalidad no ha desaparecido, pero se debe seguir avanzando y esforzando por no oficializar una disciplina que debe ser un hilo conductor para tener una sociedad informada, critica, y libre, porque para Florescano la función esencial de la historia y el historiador se resume en lo siguiente:
“Dotar a un pueblo o a una nación de un pasado común, y fundar en ese origen remoto una identidad colectiva, es quizá la más antigua y la más constante función de la historia.”
Correo electrónico: miguel_naranjo@nullhotmail.com