Los Bucks de Milwaukee destituyeron el lunes al entrenador Jason Kidd, en medio de una mala racha que ha relegado al equipo al octavo lugar de la Conferencia del Este.
La decisión puso un cierre abrupto a la gestión de Kidd, quien permaneció poco más de tres campañas al frente de Milwaukee. En ese periodo, los Bucks avanzaron dos veces a la postemporada.
Bajo la guía de Kidd, Giannis Antetokounmpo se convirtió en un astro de la liga. Muchos consideraban que los Bucks eran una potencia emergente en el Este al comienzo de la temporada.
Pero Milwaukee tenía una foja de 23-22 de cara al compromiso del lunes por la noche, recibiendo a Phoenix. Además, los Bucks han mostrado propensión a los errores defensivos, particularmente en el perímetro.
El entrenador asistente Joe Prunty sustituirá en forma interina a Kidd.
Jon Horst, ascendido en junio de director de operaciones deportivas a gerente general, consideró que había llegado el momento de un cambio. Afirmó que la decisión se tomó con el “apoyo unánime de los dueños”.
Con Kidd, los Bucks acumularon un récord de 139-152 en la temporada regular.
Agradecemos todo lo que Jason ha hecho por la organización de los Bucks, pero hemos decidido hacer un cambio de entrenador”, manifestó Horst. “Creemos que un nuevo comienzo y un cambio de líder eran necesarios para continuar elevando a nuestro talentoso equipo hacia el siguiente nivel, acercándonos a la meta de competir por títulos”.
Los Bucks esperan que Jabari Parker se recupere de una lesión de la rodilla izquierda, que lo ha mantenido marginado de esta campaña. Sin embargo, el equipo enfrenta un desafío en el Este, una conferencia muy disputada, incluso después de incorporar al talentoso base Eric Bledsoe en noviembre, mediante un canje con los Suns.
Milwaukee tiene una foja de 8-12 después del 9 de diciembre, cuando se ubicaba cinco juegos encima de la marca de .500.
Éste año reviste una importancia particular para los Bucks, que celebran el 50mo aniversario de la franquicia y se preparan para inaugurar una céntrica arena.