La defensa del expresidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, cuya sentencia en primera instancia a nueve años de cárcel será analizada este miércoles por un tribunal de apelación, alegó que los eventuales crímenes, si hubieran sido cometidos, habrían prescrito, pues datan de 2009.
Los abogados del exmandatario, cuya condena en segunda instancia que será analizada mañana miércoles podría suponer su inhabilitación política, también pidieron a los magistrados que, en caso de ser confirmada la pena, Lula da Silva, de 72 años, pueda recurrir en libertad.
Presidente de Brasil entre 2003 y 2010 y uno de los políticos con mayor popularidad a pesar de los escándalos de corrupción, Lula fue condenado en julio pasado a nueve años y seis meses de cárcel por haberse beneficiado de una millonaria reforma en un departamento de tres plantas a cambio de favores a la constructora OAS.
El juez Sergio Moro, que dirige la Operación Lava Jato en primera instancia, dijo en su sentencia que Lula da Silva se benefició de esta forma de dinero desviado de la estatal Petrobras, aunque sus abogados aducen que ello jamás quedó demostrado.
Con todo, en sus alegaciones presentadas ante la sede judicial de apelación –el Tribunal Regional Federal de la 4 Región (TRF-4) en Porto Alegre, al sur de Brasil -, los abogados de Lula a Silva señalaron que el delito de lavado de dinero habría prescrito, pues si llegó a producirse habría sido en 2009, y este delito prescribe en Brasil a los seis años.
La defensa alegó que la condena en primera instancia se produjo tras un “análisis parcial y faccioso” por parte de Moro, y lo acusó de violar las “garantías constitucionales fundamentales”.
Además de su libertad, la sentencia de mañana miércoles indicará si está en juego el futuro político de Lula da Silva, pues en Brasil los condenados en segunda instancia por corrupción pueden ser inhabilitados políticamente.
Si dos de los tres jueces votan mañana a favor de su condena, Lula da Silva tendría derecho todavía a un recurso en la misma sede judicial, mientras que si hay decisión unánime algunos juristas indican que la sentencia sería firme –lo que podría conllevar su encarcelación-, y sólo quedaría la opción de recurrir al Supremo Tribunal Federal de Brasil para poder participar en los comicios presidenciales de octubre.