La presidenta de la asociación civil Chogosteros en acción, Julissa Hernández Gijón, denunció que la operación de un almacén de coque ha traído consigo la muerte de hasta ocho personas al día en el municipio de Jáltipan así como diversos problemas a la salud entre la población.
Destacó que el inmueble empezó a funcionar desde hace más de cuatro años, pero hasta el momento las autoridades ambientales no han hecho nada.
“Leucemia, osteoporosis, el calcio está siendo destrozado por el coque, está ocasionando problemas respiratorios, personas que nunca han fumado y de todas maneras se intoxican por el polvo. Desde el año 2013 estamos esperando respuesta, supongo que no van a hacer nada porque detrás de ellos está Domingo Bahena Corbalá porque él llevó el coque para allá”, expresó.
En entrevista, la activista exhibió los efectos que el coque provoca en el plástico, pues prácticamente tritura la suela de los zapatos con los que entra en contacto.
“Miren cómo se descascara ¿qué pasa? Se desmorona, el plástico se hace polvito, esto es lo que hace el coque porque pisé con estos zapatos y miren cómo se desmorona, este es el mismo efecto que este vapor causa a los pulmones, al corazón y al hueso”, manifestó.
Hernández Gijón afirmó que los daños por el contacto con el coque alcanzan un radio de 100 kilómetros, de tal suerte que no sólo los pobladores de Jáltipan han sufrido las consecuencias.
La activista sureña lamentó que ninguna autoridad se interese por el tema, pese a que se trata de un producto tóxico que dio lugar a un basurero industrial e incluso un genocidio. “Estamos hablando de Jáltipan, Texistepec, parte de la sierra, Minatitlán, Coatzacoalcos, el daño es gravísimo, en su momento se pusieron denuncias, sufrí denuncias, trataron de matarme, pero esto no puede seguir”, agregó.