Tras seis días de intensas negociaciones en Montreal, Canadá, México y Estados Unidos dieron hoy por concluidos los trabajos de las principales mesas negociadoras del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Aunque la sexta, y penúltima, ronda negociadora para la renovación del TLCAN no termina oficialmente hasta mañana, lunes, los equipos negociadores de los tres países, que han estado reunidos desde el pasado martes en el Hotel Bonaventure de Montreal, han dado por terminado los aspectos principales de sus trabajos.
Las propuestas finales que Canadá y México han presentado durante los pasados días al equipo negociador estadounidense, especialmente aquellas sobre los temas más controvertidos, como el mecanismo de disputas o el sector automotriz, han sido trasladadas a los responsables políticos de la negociación.
Este lunes los máximos responsables de las negociaciones de los tres países, la ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, el secretario de Economía mexicano, Ildefonso Guajardo, y el representante comercial de EE.UU., Robert Lighthizer, se reunirán en Montreal para tratar los resultados de la ronda.
Ayer, el negociador jefe de Canadá, Steve Verheul, declaró a los medios de comunicación que “ha sido una semana positiva, estamos moviéndonos en la dirección correcta pero hay mucho trecho por delante”.
Las palabras de Verheul reflejan tanto un moderado optimismo sobre el resultado final de las negociaciones como los problemas que tuvieron las cinco rondas anteriores.
Según Canadá y México, en las anteriores reuniones Estados Unidos adoptó una postura de “shock and awe”, literalmente de conmoción y pavor, con propuestas radicales a las que Canadá y México han tenido que responder ahora con lo que los canadienses han denominado ideas “imaginativas”.
Por ejemplo, Estados Unidos demandó que el acuerdo añadiese una cláusula por la que el TLCAN se disolvería de forma automática a los cinco años si alguno de los tres países no renueva de forma expresa el acuerdo.
La contrapropuesta, inicialmente mexicana y posteriormente adoptada por Canadá, es que aunque el TLCAN se revise cada cinco años, la disolución no sería automática.
Estados Unidos también ha demandado que el nuevo TLCAN incremente de forma drástica el “contenido norteamericano” de los vehículos que se montan en la región y que hasta ahora está fijado en el 65 %.
Pese a las propuestas del sector, que considera que la demanda es contraproducente, EE.UU. quiere que hasta un 80 % de los componentes de los automóviles sean producidos en Norteamérica.
Además, la administración Trump, que debe en gran parte su victoria al apoyo electoral de los trabajadores del sector automotriz del norte del país, exige que el 50 % de las partes norteamericanas procedan de Estados Unidos.
Ante esta demanda, Canadá, con el apoyo de México, quiere que se incluya en el concepto de componentes de los automóviles conceptos menos tangibles, como propiedad intelectual de las partes utilizadas, lo que automáticamente aumentaría la proporción estadounidense.
Y en el tema del mecanismo de resolución de disputas, Estados Unidos quiere quedar excluido de la necesidad de acudir a paneles de expertos para resolver los conflictos entre empresas y gobiernos.
En este caso, la propuesta mexicano-canadiense ha sido sencilla: los negociadores han indicado que Estados Unidos puede optar por no estar sujeto a este régimen pero que también queda fuera de la redacción de las nuevas reglas.
De esta forma, la pelota está en el lado estadounidense, y más específicamente del presidente Donald Trump, que tiene que decidir si quiere concluir las negociaciones en las próximas semanas, lo que inicialmente era su objetivo, o si las prolonga.
En este último caso, las negociaciones podrían continuar hasta 2019 dado que este año se celebrarán las elecciones presidenciales en México y las del Congreso en Estados Unidos.
En este sentido, el periódico The Washington Post indicó hoy que fuentes cercanas a la negociación han indicado que hay muchas posibilidades de que finalmente EE.UU. extienda la fecha límite del 31 de marzo hasta el próximo año.