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Presencia.mx

​La regiduría tercera que encabeza la maestra Guadalupe Martínez Badillo indicó que en lo que va del mes lo que más ha recibido son solicitudes de reparación o cambio de luminarias así como de proyectos de electrificación, lo que expone que el alumbrado público es uno de los problemas más graves de la ciudad.

Manifestó que “no hay calle o colonia en la que no haya al menos una lámpara fundida”, por lo que a diario recibe solicitudes tanto de la zona urbana como del área rural, que también presenta un alto rezago en esta materia: “Las comunidades rurales quieren que se les voltee a ver”, sentenció.

En el caso de las solicitudes relacionadas con lámparas fundidas, el personal de Alumbrado Público acude hasta el lugar y muchas veces los vecinos cooperan para adquirir el foco, mientras que el personal se encarga de colocarlo.

No obstante, la situación se vuelve complicada cuando el problema es la lámpara o la fotocelda, pues actualmente los recursos están siendo limitados por la federación y el estado, de modo que no se han podido adquirir.

Además de los reportes de lámparas fundidas o con daños, también se han pedido proyectos completos de electrificación, uno de los cuales comprende desde el inicio de la carretera Agua Dulce–Tonalá (a la altura de la calle que va hacia El Muelle) hasta el ejido Punta Gorda, pues durante las noches el lugar parece ‘boca de lobo’, comentó la profesora.

También, previo a Semana Santa, habitantes de Las Palmitas han solicitado electrificación desde el entronque que hay en la carretera Agua Dulce–Tonalá hasta el bulevar, este último, el cual debería estar electrificado después de la millonaria inversión que se realizó en el 2014.

Guadalupe Martínez indicó que a pesar de no haber recursos ha ido recopilando todas las solicitudes para conocer qué áreas presentan mayores daños o necesidades y en cuales es urgente la instalación de nuevas luminarias.