Tras la derrota con Philadelphia Eagles, el mariscal de campo estelar de New England Patriots, Tom Brady, admitió que dentro del equipo y en su propia persona había frustración por la manera como perdieron la edición 52 del Super Bowl, pero reconoció que tampoco era el momento de sacar más conclusiones que pasar página, felicitar a los nuevos campeones y seguir adelante.
«Apenas han pasado minutos desde que perdimos el partido y por lo tanto no se puede hablar de lo que será mi futuro, aunque como es lógico tendré que analizar toda la situación, pero al final del camino no veo por qué no podría volver a jugar lo que será mi decimonovena temporada como profesional», declaró el quarterback.
Las 505 yardas aéreas de Brady en activo desde la temporada del 2000, fueron la mayor cantidad lanzadas en la historia en un partido de playoffs, pero se quedó a las puertas de conseguir lo que hubiese sido su sexto trofeo Vince Lombardi.
«Creo que en la segunda parte hicimos mejor las cosas y cuando nos colocamos por delante en el marcador (33-32) fue el momento que no supimos aprovechar al hacer mejor defensa que nos hubiese permitido jugar con más tranquilidad en la ofensiva, pero todo el equipo luchó e intentamos a un rival que la final fue mejor que nosotros», racalcó.
«Me van a ver jugando el año que viene, no me imagino no jugar. Entiendo que estoy al final de mi carrera, pero sé que hay la montaña más grande para escalar al final», aseguró el elemento de New England, a quien le queda un año de contrato dentro de la NFL.