Durante meses, vecinos de la prolongación Francisco Sarabia, en la colonia La Cuevita, han soportado la pestilencia por los escurrimientos de agua negra, día y noche, sin que hasta el momento les resuelvan el problema, pese a que lo han reportado de manera continua en Obras Públicas.
De acuerdo con la queja de los pobladores, cuando llueve el problema es peor, porque esa agua pestilente entra a sus patios y ahí queda acumulada, “cuando sale el sol, la pestilencia es insoportable”, denunció el comerciante Miguel Alfonso Loyda Sánchez.
Indicó que llevan tiempo reportando el problema, pero nada más le hacen remedios caseros y no lo solucionan de raíz. Los pozos de visita desbordan y escurren las aguas negras por toda la vía de circulación.
La vecina, Agustina López Hernández, indicó que es un grave foco de infección, y cerca del problema hay una guardería particular, donde los niños se ven seriamente afectados, porque a fuerza tienen que pasar por ese tramo.
“La calle está completamente destrozada y encima de eso tenemos que soportar toda esa agua pestilente, esto es día y noche. Mire como está ahorita, los drenajes rebosan y así está todos los días”, denunció.
En el lugar, el desperfecto abarca dos cuadras para finalmente escurrir en un canal mayor. Sin embargo, en su paso afecta a varias familias, quienes tienen sus domicilios a un costado de la prolongación Francisco Sarabia, por lo que tienen que soportar el fétido olor de las aguas negras.
Vecinos hicieron un llamado a Obras Públicas del Ayuntamiento, para que reparen los daños, porque es injusto que estén en esas condiciones, además, cerca hay algunas tiendas de abarrotes y talleres automotrices, que se ven afectados, porque la clientela no llega ante el problema de la pestilencia.
La mayoría de las familias afectadas, solicitan que personal encargado de la infraestructura urbana en el municipio desazolven las cañerías para evitar que estas colapsen, aunque consideran que en la Francisco Sarabia requieren de pavimentación y construcción de desagües pluviales.
