Durante su gestación, el feto puede sufrir diversas malformaciones que podrían causarle la muerte tras nacer, algo contra lo que lucha un hospital del céntrico estado mexicano de Querétaro mediante técnicas pioneras que permiten operar al futuro bebé cuando aún está en el vientre de su madre.
La espina bífida es una de esas malformaciones embrionarias que afectan la columna vertebral causando problemas pulmonares, cardíacos o cerebrales a los bebés, amenazando su calidad de vida.
Un equipo de médicos del Hospital de Especialidades del Niño y la Mujer de Querétaro encabezados por Rogelio Cruz desarrolló una técnica que ha cambiado el modo de vida a cerca de 300 bebés y a sus madres, puesto que permite sacar el feto del vientre para poder operarlo, corregir la espina bífida y luego devolverlo a sus sitio.
“Todas las técnicas de intervención de nuestro grupo son pioneras en el país. Hicimos la primera cirugía fetal y la primera corrección de espina bífida”, dijo a Efe el doctor Cruz, quien sostuvo que gracias a dicha técnica ya no hay que operar a los bebés una vez nacidos.
Aunque esta malformación no es letal, sí que incapacita a los individuos por toda su vida y afecta a una de cada mil personas.
Cruz indicó que la cirugía fetal no solo les ha permitido corregir la espina bífida en fetos, sino también atender otros problemas de carácter pulmonar, cardíacos o urinarios.
De acuerdo con el especialista, él y su equipo perfeccionaron las cirugías fetales existentes pero además desarrollaron dos nuevas técnicas pioneras a nivel mundial, que fueron publicadas en revistas académicas internacionales y que consisten en atender a bebés que tienen tumores.
“También hemos innovado en técnicas que no ha hecho ningún otro centro del mundo”, dijo el doctor en alusión a una intervención que consiste en usar finas herramientas para atravesar el vientre de la madre y extraer el tumor que obstruye la tráquea del feto y que le impediría respirar una vez nacido.
Realizar esta operación tras el nacimiento es peligroso puesto cada segundo que pasa es un segundo sin respirar para el niño, mientras que hacerla dentro del vientre de la madre permite que el feto se oxigene por la placenta, aseguró el doctor.
También han realizado esta técnica para extraer tumores del tórax que causan la muerte del bebé por compresión.
Ambas intervenciones han salvado al 100 por ciento de los bebés operados y han permitido evitar cirugías tras el nacimiento, sostuvo Cruz.
“Todas las operaciones tienen riesgos y beneficios. Por ello las limitamos a los bebés con riesgo de mortalidad”, añadió.
Marisela es una de las madres que han pasado por la cirugía fetal supervisada por el doctor Cruz, a quien agradeció su trabajo y exhortó a “seguir salvando bebés como el mío”.
Esta madre aseguró que no sintió nada durante la operación, pero cuando llegó a casa no podía caminar por el dolor de la herida y estuvo prácticamente dos meses acostada y bebiendo mucho agua.
Aun así, el procedimiento valió la pena ya que hoy su bebé es “un niño sano” y “muy activo”, algo imposible de no haber sido operado puesto que sería inválido.
“El doctor dijo que si no lo operaba durante el embarazo ahora no movería los pies y no podría ir solo al baño”, explicó.
El equipo del doctor Cruz, que fue entrenado en el Hospital Clínico de Barcelona, donde adquirió habilidades para la evaluación y la intervención fetal, está formado por especialistas en cardiología, genética, neurología y cirugía fetal.
“El programa se mantiene de manera gratuita para todas las pacientes y se solicita un donativo voluntario para respaldarlo”, apuntó el doctor.