La propuesta presupuestaria de la Casa Blanca para el año fiscal de 2019 de la Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio (NASA) desvelada hoy recoge el reto del Presidente de EU, Donald Trump, de volver a la Luna.
“El presupuesto provee de 10 mil millones de dólares para apoyar la exploración espacial del hombre y realizar una campaña que establecería la preeminencia hacia, alrededor y sobre la Luna”, reza la propuesta, que depende la votación del Congreso.
Aunque se fija el reto de que los astronautas regresen a la superficie del satélite, el texto no precisa cuándo ocurrirá esto y parece improbable que suceda durante el mandato de Trump, incluso aunque consiguiera mantener el cargo en los comicios presidenciales de 2020.
El documento dibuja el futuro de la NASA ligado a la asociación con el sector privado en lo referido a aterrizar en la Luna misiones robóticas “en los próximos años”, lo que establecería el camino a seguir para que regresaran los estadounidenses.
En esta línea, la propuesta incide en la necesidad de “expandir las asociaciones comerciales” con objeto de “fortalecer el liderazgo estadounidense en el espacio”.
Es precisamente la alianza con el sector privado uno de los pilares de la proposición, que aboga por fijar “nuevos y cercanos hitos” en esta materia.
Entre esos 10 mil millones de dólares a los que se refiere el documento, el presupuesto también incluiría el apoyo a la creación de un nuevo programa de exploración e investigación para el desarrollo de sistemas que se requieren para el reiterado objetivo del mandatario de que vuelvan las misiones tripuladas a la Luna.
La exploración “a largo plazo” del satélite estaría seguida de la llegada del ser humano a Marte “y otros destinos”, según resalta, entre los objetivos.
La propuesta presupuestaria, que destina un total de 19 mil 600 millones de dólares para la NASA -500 millones más que el año anterior-, también sugiere acabar con la financiación de la Estación Espacial Internacional (EEI) en 2025.
Después de abandonar la provisión de fondos para la EEI, la agencia “confiaría” en las asociaciones con el sector privado sus investigaciones y pruebas de tecnología en la órbita terrestre baja.
Sobre el fomento de las alianzas con compañías de la industria aeroespacial, el texto precisa que un total de 150 millones de dólares irán destinados a “apoyar” a estas empresas para que desarrollen equipamientos que tanto el sector privado como la NASA puedan emplear.
La vuelta a la Luna y la exploración de Marte han sido dos de los objetivos fijados por el atípico mandatario desde que iniciara su campaña presidencial.
“Esta vez no solo colocarán la bandera y dejarán su huella en la Luna, sino que también establecerán una base para un eventual viaje a Marte, y quizá, algún día, a muchos mundos más allá”, dijo Trump en una ceremonia el pasado diciembre en referencia a la última caminata lunar de la misión Apolo 17 en 1972.