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Notimex

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo hoy que tras la masacre en Florida se requiere retomar el debate sobre la salud mental y la seguridad en las escuelas, omitiendo la necesidad de nuevos controles sobre el derecho a la posesión de armas.

En un mensaje que leyó desde la Casa Blanca, a una “nación en duelo”, el mandatario aseguró que su administración trabaja muy de cerca con las autoridades de Florida para apoyar en la investigación “y saber todo lo que podamos”, sobre el ataque que dejó 17 muertos y unos 15 heridos.

“Nuestra nación entera, con corazón muy dolido, ora por las víctimas y sus familias. A cada padre, maestro y niño que esta herido muy mal, estamos aquí para ustedes para lo que necesiten, lo que podamos hacer para aliviar su dolor. Estamos unidos como una sola familia”, subrayó.

Trump anunció que planea visitar la comunidad de Parkland, donde se ubica la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas, que el miércoles fue escenario de la segunda peor masacre escolar en la historia de Estados Unidos.

Afirmó que su gobierno está comprometido a trabajar con líderes locales y estatales sobre cómo proteger escuelas y “atacar el difícil tema de salud mental”, como pareció sugerirlo antes en un mensaje en la red Twitter.

“Más tarde este mes, voy a reunirme con los gobernadores y procuradores estatales, donde proteger a nuestras escuelas y niños, será nuestra prioridad principal”, anunció.

El mandatario consideró que frente a tragedias como esta, ya no resulta suficiente “simplemente tomar acción que nos haga sentir que estamos haciendo la diferencia. Debemos en realidad hacer esa diferencia en tiempos de tragedia”.

La mañana de este jueves, Trump firmó una proclama ejecutiva ordenando colocar a media asta la bandera estadunidense en edificios de gobierno, incluyendo embajadas y consulados, en señal de duelo por las víctimas del tiroteo.

Después, en un mensaje en Twitter con el que buscó sugerir que el problema de fondo detrás de estos tiroteos es uno de salud, Trump aseguró que el sospechoso de la masacre en Florida tenía problemas mentales.

“Tantos signos de que el pistolero de Florida estaba mentalmente perturbado, aún expulsado de la escuela por mala y errática conducta. Los vecinos o compañeros de clases sabían que él era un gran problema. Siempre hay que reportar tales instancias a las autoridades, una y otra vez”, escribió.

Tanto el mandatario como los republicanos en el Congreso han evitado aludir la necesidad de discutir el tema del acceso a las armas de fuego, pese al hecho de que el sospechoso, identificado como Nikolas Cruz, de 19 años, pudo comprar sin problema el fusil de asalto AR-15, que utilizó en el ataque.

Apenas este martes, en una ceremonia privada, Trump promulgó una ley que eliminó una regulación adoptada por la administración del expresidente Barack Obama para dificultar que personas con alguna enfermedad mental puedan tener acceso a armas de fuego.

La regulación fue implementada después de la masacre en la escuela primaria de Sandy Hook, en Connecticut, en 2012, donde 20 niños y seis adultos murieron en un ataque llevado a cabo por un hombre joven con un arma semiautomática.