El paradero de unas 46 alumnas aún es incierto hoy, tres días después de un ataque de Boko Haram a una escuela del noreste de Nigeria, desaparición que ha generado temores de que habrían sido secuestradas y puesto en duda la capacidad del gobierno para derrotar al grupo islamista.
Las autoridades nigerianas aseguraron este jueves que las fuerzas de seguridad continúan la búsqueda de las estudiantes desaparecidas tras el ataque de los militantes a la escuela secundaria de niñas de la localidad de Dapchi, en el estado de Yobe, la noche del pasado lunes.
Precisaron que de las 926 alumnas de la escuela, 815 fueron contabilizadas presentes en el colegio la mañana del martes y por la tarde las fuerzas de seguridad recuperaron a 17 estudiantes, mientras que para la noche del miércoles se encontraron a otras 48.
Aún se desconoce el paradero de 46 jovencitas este jueves, lo que ha hecho surgir temores de que los militantes las hayan secuestrado, como en el caso de las más de 270 estudiantes raptadas por Boko Haram de una escuela hace cuatro años en la ciudad de Chibok, en el norte del país.
Las autoridades locales han sido cautelosas en utilizar la palabra secuestro para referirse a la desaparición de las alumnas, de acuerdo con reportes del periódico nigeriano The Punch.
El gobernador de Yobe, Ibrahim Gaidam, visitó Dapchi este jueves y puso en duda que la desaparición de las estudiantes haya sido un secuestro, ya que “las chicas se dispersaron durante el ataque y no podemos estar seguros de si se perdieron o si fueron retenidas por militantes de Boko Haram”.
Las declaraciones de Gaidam desataron la ira de los residentes de Dapchi y grupos de personas levantaron barricadas y quemaron neumáticos de automóviles en las calles, además de que lanzaron piedras y palos contra el convoy del gobernador cuando éste se retiraba de la ciudad.
Las familias de las menores desaparecidas consideran que las autoridades intentan encubrir el secuestro, ya que dicen tener informes de que los militantes las han contactado.
“A medida que las cosas se desarrollen, les haremos saber. Pero no podemos decir categóricamente que ‘X’ número de niñas han sido secuestradas. Pero podemos decir que no todas han regresado”, dijo Gaidam a periodistas.
El ataque a la escuela de Dapchi volvió a plantear preguntas sobre la lucha contra Boko Haram y el control del gobierno sobre la seguridad en el remoto noreste de Nigeria, después de casi nueve años de enfrentamientos y al menos 20 mil muertes.
El presidente nigeriano, Muhammadu Buhari, fue elegido en 2015 con la promesa de derrotar a Boko Haram, afiliado al grupo yihadista Estado Islámico (EI) y ha mantenido reiteradamente que ahora son una fuerza agotada. Sin embargo, los civiles siguen siendo vulnerables a los ataques suicidas e incursiones de los militantes.