La Unión Europea (UE) pidió hoy una “rápida solución” a la disputa entre las Iglesias cristianas en Jerusalén y el gobierno de Israel para permitir la reapertura del Templo del Santo Sepulcro.
El lugar más sagrado del cristianismo fue cerrado ayer por tiempo indefinido, en protesta contra la decisión israelí de cobrar a las Iglesias cristianas un impuesto sobre bienes inmuebles en la región ocupada de Jerusalén este.
“Esperamos que se pueda encontrar una solución rápida”, manifestó la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, tras reunirse en Bruselas con los cancilleres de Egipto, Jordania, Arabia Saudita, Marruecos, Emiratos Árabes y la Autoridad Palestina, además del secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Aboul Gheit.
En una rueda de prensa conjunta con el titular jordano, Ayman Al Safadi, Mogherini llamó a las autoridades israelíes a “respetar y preservar” el carácter de Ciudad Santa que tiene Jerusalén para las tres religiones monoteístas.
Al Safadi, cuyo país ejerce la presidencia protémpore de la Liga Árabe, señaló que el cierre del sepulcro de Jesús es una medida “sin precedentes” que responde a la “toma de los bienes y propiedades” de las Iglesias cristianas por parte del gobierno israelí.
“Jerusalén es una ciudad sagrada para musulmanes, cristianos y judíos, y debe ser un símbolo para la paz. Desafortunadamente, este no es el caso mientras Jerusalén sea un sitio de ocupación y secuestro, de miedo y desesperación”, dijo.
Las Iglesias cristianas han denunciado como un “ataque contra la presencia cristiana en Tierra Santa” las recientes medidas legales y fiscales adoptadas por Israel en el territorio ocupado de Jerusalén este, donde se ubica el Santo Sepulcro.