La Fiscalía involucró hoy al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, en otra investigación por corrupción en relación a supuestos sobornos a la mayor compañía de telecomunicaciones del país, en el tercer caso en el que se ha visto implicado el jefe de Gobierno.
Netanyahu, entre otros, es sospechoso de proporcionar beneficios regulatorios a la compañía Bezeq durante su época como ministro de Comunicaciones entre mayo de 2015 y febrero de 2017, dijo hoy Yehudit Tirosh, de la oficina del fiscal general ante un tribunal en Tel Aviv. Los sobornos se elevan a hasta unos 290 millones de dólares, según los datos.
La investigación por corrupción, bautizada por la policía como «el caso 4 mil», se refiere a supuestos beneficios que Bezeq habría recibido por parte del Gobierno a cambio de una cobertura positiva de Walla News, subsidiaria del consorcio, sobre Netanyahu.
Además de este caso, la policía recomendó a la Fiscalía su acusación en otros dos casos: en uno, es acusado de aceptar, junto a su mujer Sara y a su hijo Yair, regalos de empresarios por unos 282.700 dólares. El otro ser refiere a la aceptación de Netanyahu de un presunto soborno del editor de un diario para defender los intereses de su grupo mediático. Netanyahu ha negado todas las acusaciones y denunciado una «caza de brujas» orquestada por los medios para derrocar el Gobierno más conservador del país en décadas.
El fiscal general será el encargado de decidir si hace caso al as recomendaciones policiales y presenta cargos contra el jefe de Gobierno, en un proceso que podría llevar más de un año.