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SINEMBARGO.MX

A punto de cumplir 100 años de edad, que celebrará el 29 de junio como si fueran sus 15, doña Cristina Perera Chuc se dice enamorada de la vida al tiempo que hace un llamado urgente a “brindar más respeto y cariño a la mujer de México y el mundo”.

“Tuve la fortuna de ser una de esas mujeres que desde pequeñas recibieron cariño y respeto. Ahora hay muchas que son maltratadas por sus esposos, otras no reciben cariño de sus hijos y otras más son violentadas por la falta de educación en una sociedad de doble moral”, dice a Efe.

Entrevistada con motivo del Día Internacional de la Mujer, que se celebra este jueves, doña Cristina lamenta que se hayan ido los tiempos en que el género femenino era muy apreciado por sus valores. “Aquí en Yucatán no había tantos casos de machismo como ahora”, refiere.

“Honestamente, creo que en la actualidad urge brindar más respeto y cariño a la mujer de México y el mundo”, dice desde el cómodo sillón de la sala de su hogar, ubicado en el barrio de San Sebastián, uno de los más tradicionales del centro de Mérida, capital de Yucatán.

Sostiene haber sido una mujer “muy feliz”, a lo que atribuye su longevidad.

“Crecí muy pobre con mi madre, que era originaria de Motul, municipio ubicado al oriente del estado. Fui pobre pero feliz y sigo enamorada de la vida”, afirma, y reconoce que al principio pasaron necesidades porque su madre “solo hablaba el idioma maya”.

Refiere que “antes, en Mérida era difícil encontrar a gente que entendiera maya y eso dificultaba encontrar trabajo”.

En compañía de algunos de sus hijos (Antonio y Víctor Patrón Perera fueron de su primer matrimonio; luego nacieron Pablo, Violeta, Isabel y otro Pablo Castillo Perera), señala que “muchas mujeres sufren por la falta de educación de sus hijos, que incluso las sacan de sus hogares para no darles cuidado ni alimentación”.

Doña Cristina, quien a sus 99 años escucha y se expresa muy bien, también opina sobre la mujer de hoy. “Creo que se deben arreglar más para verse bonitas y tener novio”, dice en tono de broma.

Su sonrisa se vuelve más abierta cuando revela el secreto de su longevidad: “La felicidad, eso es todo”.

“Creo que convivir con gente respetuosa y honesta te hace feliz; de eso ya casi no hay en esta vida. Por eso digo que urge respetar al género femenino desde cualquier ámbito, principalmente en el hogar y el trabajo”, expone.

“Gracias a Dios no tuve problemas con nadie. Mis hermanos eran mayores cuando nací y siempre me consentían. Y con el paso del tiempo Dios me dio buenos hijos; solo dos me salieron borrachitos”, agrega y suelta una carcajada la habitante de Mérida, que tiene 12 nietos, 13 bisnietos y siete tataranietos.

Doña Cristina, quien nació en una finca del municipio de Izamal y asegura que aún vive a plenitud con su familia, se muestra agradecida con Dios porque le permitió “conocer gente buena como (el cantante) Pedro Infante Cruz”.

“Él pasaba en la puerta de la casa y les regalaba veinte centavos a los niños para que compren su bolsa de galletas. Algunos le pedían que cantara ‘Amorcito corazón’, que estaba de moda, y los complacía”, refiere.

De hecho, confiesa que Pedro Infante, Jorge Negrete y Agustín Lara son sus artistas favoritos. “Antes todo era mejor, hasta los artistas”, vuelve a bromear, y recuerda que cuando creció todo era barato: “Cincuenta pesos costaba un toro, con veinte centavos comprabas un kilo de carne; ahora con 100 pesos no haces nada, no te da para elaborar un buen guiso”.

Doña Cristina, quien en la entrevista estuvo acompañada de sus nietas Violeta Rodríguez Castillo y Bárbara Castillo Marín, su bisnieto Henry Castillo Tzuc y sus sobrinas Sayma Rosaldo González Moreno y Margarita Moreno Bello, hizo un llamado a la sociedad: “Apoyen y valoren el papel de la mujer, para que conmemoremos el Día Internacional como debe ser. No celebremos, conmemoremos”.