“Todo estaba cubierto, hubiera estado cubierto de sangre… Fue horrible. Fue absolutamente horrible”.
Estas palabras son, probablemente, las que más esperaban aquellos que nunca creyeron en la sentencia del “juicio del siglo”: la confesión de O.J. Simpson por el asesinato de su ex esposa Nicole Brown Simpson y su amigo Ron Goldman.
La supuesta confesión del ex jugador de fútbol ocurrió durante una entrevista de 2006 que volvió a salir a luz este domingo, cuando fue emitida por la cadena Fox en un programa titulado “O.J. Simpson: ¿La última confesión?”.
Con motivo de la promoción del libro If I Did it (Si lo hice), que se publicaba ese mismo año, O.J. Simpson hizo un espeluznante e “hipotético” relato del brutal asesinato ocurrido el 12 de junio de 1994, cuando Brown Simpson y Goldman fueron encontrados apuñalados.
Todo estaba cubierto, hubiera estado cubierto de sangre… Fue horrible. Fue absolutamente horrible.
El video de la “confesión” cayó en el en el olvido después que las familias de las víctimas bloquearan judicialmente la puesta al aire. Hasta que reapareció y fue emitida este domingo.
Olvida todo lo que crees, porque soy el único que sabe lo que pasó
“Olvida todo lo que crees saber de aquella noche, porque soy el único que sabe lo que pasó. Esta historia la ha entendido mal todo el mundo”, dice Simpson.
Bajo el pretexto de estar contando una versión “hipotética” de los hechos, Simpson relató cómo agarró un cuchillo mientras discutía con su ex esposa en su casa de Los Ángeles, hasta que todo se hizo negro y sólo recordaba ver todo “cubierto de sangre”.
En la entrevista la periodista Judith Regan le pregunta a Simpson —”sabiendo que es hipotético”— de explicarle “qué pudo haber pasado” la noche de los asesinatos.
Para su relato, el ex deportista usa a un supuesto amigo, de nombre Charlie, a quien habría acompañado a la escena del crimen. Simpson admitió que en algún momento tomó un cuchillo de este amigo inventado para confrontar con un hombre que estaba afuera de la casa de Nicole Brown.
Según dice, Charlie lo llamó desde la mansión de su ex esposa y le dijo: “No sabes lo que está ocurriendo aquí dentro”. Y éste respondió: “Lo que sea que esté ocurriendo allí debe detenerse”, replicó Simpson.
“Mientras las cosas se calentaban, sólo recuerdo que Nicole cayó y se lastimó. Este sujeto hizo una cosa de karate y yo dije, ‘Bueno, ¿crees que puedes patear mi trasero?’”.
“Recuerdo haber agarrado el cuchillo —recuerdo esa parte, agarrar el cuchillo de Charlie—”, dice Simpson, hablando en primera persona.
En este momento Simpson dijo que no podía ir más allá que eso, pero la entrevistadora lo convence a seguir.
“Y para ser honesto, después de eso no recuerdo, excepto que estoy ahí parado y hay todo tipo de cosas alrededor. Sangre y todo eso”, agrega.
Recuerdo haber agarrado el cuchillo. Después de eso no recuerdo, excepto que estoy ahí parado y hay todo tipo de cosas alrededor. Sangre y todo eso
Regan le recuerda a Simpson que escribió en el libro que “nunca había visto tanta sangre” y que estaba “cubierto”.
“No creo que alguien pueda ser asesinado de esa forma sin estar cubierto de sangre. Todos vimos esas espeluznantes fotos después”, agrega la ex estrella de la NFL.
“Todo estaba cubierto, hubiera estado cubierto de sangre… Fue horrible. Fue absolutamente horrible”.
Así, luego de unos minutos, el entrevistado ríe con nerviosismo y vuelve a usar el discurso hipotético. No queda claro si se dejó llevar por los recuerdos o si le costaba mantener la fórmula sugerida por la editorial para promocionar la versión de los hechos.
En las redes, la entrevista desató cientos de reacciones, con el hashtag #didojconfess (¿O.J. Confesó?).
Para poner en contexto. La editorial le dio a OJ Simpson un acuerdo para una narrativa hipotética. Y parte del contrato era que elabore el relato en detalle. Por eso fue dicho como una verdadera confesión”.
“OJ está hipotéticamente confesando un asesinato, pero suena como si realmente lo confesara. sí, esta es una confesión de asesinato”
Aunque Simpson salió libre de uno de los juicios más mediáticos de la historia en 1995, fue condenado posteriormente por un tribunal civil a pagar un resarcimiento económico de 30 millones de dólares a los familiares de las víctimas del crimen.
Años después, pasó varios años en prisión por un asalto, hasta que fue liberado en octubre pasado.