La Unión Europea (UE) considera “altamente probable” que Rusia esté detrás del envenenamiento de uno de sus ex espías en la localidad británica de Salisbury y afirma que “no hay otra explicación plausible”.
“El Consejo Europeo (CE) está de acuerdo con el gobierno de Reino Unido en que es muy probable que Rusia sea responsable del ataque en Salisbury y que no hay otra explicación plausible”, dijo el presidente de la institución, Donald Tusk, tras analizar el caso junto con los líderes de los Veintiocho, en una cumbre en Bruselas.
En una declaración conjunta emitida poco después, los gobernantes europeos condenaron “en los términos más enérgicos posibles” el ataque contra el ex espía ruso Serguei Skripal, de 66 años de edad, y su hija Yulia, de 33.
“Mantenemos una solidaridad incondicional con el Reino Unido frente a este grave desafío a nuestra seguridad compartida”, afirmaron.
“El uso de armas químicas, incluido el uso de cualquier sustancia química tóxica como arma en cualquier circunstancia, es completamente inaceptable, debe ser condenado de manera sistemática y rigurosa y constituye una amenaza para la seguridad de todos nosotros”, agregaron.
Los Veintiocho coordinarán “las consecuencias que se deben sacar” del caso, “con base en las respuestas proporcionadas por las autoridades rusas” a las preguntas de Londres, prometieron.
A nivel interno, una de las consecuencias del ataque, en el que se empleó el agente nervioso Novichok, debe ser el refuerzo de las defensas europeas ante el riesgo de agresiones con armas químicas, biológicas, radiológicas o nucleares, concluyeron.
El Consejo pidió a la Comisión Europea elaborar para junio propuestas para mejorar las capacidades de los países europeos ante amenazas híbridas, incluyendo en comunicación estratégica y contra-inteligencia.
La primera ministra británica, Theresa May, expuso a sus homólogos las conclusiones de la investigación del caso y les instó a adoptar una posición común frente a Moscú, advirtiendo de que “la amenaza rusa no tiene fronteras”.
“Está claro que el incidente en Salisbury es parte de un modelo de agresión rusa contra Europa y sus vecinos cercanos, desde los Balcanes occidentales hasta Medio Oriente”, dijo al inicio de la reunión.
La preocupación con Rusia fue el tema de una reunión trilateral entre May, la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Emmanuel Macron, al margen de la cumbre europea.
El eje franco-alemán respaldó la tesis de Londres y pidió un “mensaje fuerte” de toda la UE “en respuesta a las acciones de Rusia”, indicó el gobierno británico en su cuenta en la red social Twitter.