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AP / FOTO REUTERS

ataque contra la caravana de campaña del exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva podría crear inestabilidad justo ahora que las divisiones se ahondaron en Brasil de cara a una reñida campaña electoral.

Así lo expresó este miércoles el presidente brasileño Michel Temer.

Es una lástima que esto haya pasado porque va a crear inestabilidad en el país», comentó el mandatario una entrevista con Band News publicada hoy.

Obviamente uno puede criticar (a los candidatos) pero con crítica verbal, no crítica física».

Dos autobuses de la caravana de Lula fueron impactados por balas ayer durante una gira por el sur de Brasil, informó el Partido de los Trabajadores.

Nadie resultó herido y Lula no se encontraba a bordo de ninguno de esos dos autobuses.

La policía está investigando el incidente, que ocurrió en un momento de división intensa en el país, luego de años de agitación política en los que un presidente fue destituido y decenas de políticos, incluso Lula y el actual presidente Temer, fueron implicados en un masivo escándalo de corrupción. El país se ha visto estremecido por una gran cantidad de protestas.

Las divisiones prometen empeorar ahora que el gigante sudamericano se apresta a elegir a un nuevo mandatario en octubre.

Pese a que podría no poder postularse a la presidencia por haber sido hallado culpable de cargos de corrupción, Lula encabeza la contienda electoral. Pero en actual clima polarizado, él ya no es el personaje universalmente querido que fue antes, tal como lo demuestran las manifestaciones que molestaron a su gira por el sur de la nación en los últimos días.

En otra señal de la actual volatilidad en la política local, el juez del Supremo Tribunal Federal Edson Fachin, quien es el encargado de reportar el proceso de la investigación de corrupción llamada Lava Jato, señaló esta semana en una entrevista con GloboNews que miembros de su familia han recibido amenazas.

El Supremo Tribunal Federal dijo que han reforzado la seguridad de Fachin y que sus guardaespaldas ahora pueden acompañar a sus familiares.

En un artículo editorial, el diario brasileño Globo publicó que la violencia contra la caravana de Lula y las amenazas contra Fachin están mermando la convivencia democrática.

Protestar es parte del juego democrático», escribió el periódico.

 

Lanzar piedras es un crimen. Balear, amenazar con violencia extrema, son inaceptables».

La investigación Lava Jato es, de varias maneras, el meollo del actual tumulto en Brasil.

Fiscales han sostenido que el gobierno prácticamente ha funcionado como un cartel durante años, con políticos haciendo favores, dado licitaciones estatales y puestos codiciados a cambio de coimas y contribuciones de campaña.

La investigación se enfocó inicialmente en el Partido de los Trabajadores, de Lula, pero luego implicó a Temer y otras figuras. El actual mandatario fue acusado de corrupción, pero el Congreso votó dos veces en contra de enjuiciarlo mientras es jefe de Estado.

Mientras algunas personas han exaltado la pesquisa como heroica debido a que no ha reparado en ir tras personas en altos puestos, algunos, especialmente izquierdistas, creen que ha ido demasiado lejos y que se ha enfocado injustamente en el Partido de los Trabajadores.

El mismo Lula ha dicho que los cargos en su contra son inventados y que tienen la intención de evitar que regrese al poder; Temer también niega los cargos en su contra.

Muchos políticos están tras las rejas debido a la investigación, que también tanto la reputación de la elite tradicional que es imposible predecir qué ocurrirá en la elección de octubre. Si bien Lula encabeza las encuestas, el congresista de extrema derecha Jair Bolsonaro está en segundo lugar.

Bolsonaro, quien durante mucho tiempo fue considerado un candidato marginal, está atrayendo muchedumbres de simpatizantes a sus mítines con sus promesas de restaurar la ley y el orden.