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AP

La amenaza de China de subir los aranceles a las exportaciones estadounidenses podría ser desastrosa para los productores de soya estadounidenses, pero una gran ayuda para sus competidores en Brasil y Argentina, además de significar buenas noticias para algunas industrias mexicanas.

Al confeccionar una lista por valor de 50 mil millones de dólares, los reguladores seleccionaron productos que China puede obtener en otros lugares, como la soya y aeronaves pequeñas, para su posible respuesta en una guerra comercial con Washington.

Esto ayudaría a minimizar las pérdidas de China si el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sigue adelante con su propuesta de subir los aranceles y Beijing responde con la misma moneda, dijo Lu Feng, economista de la Escuela de Desarrollo Nacional de la Peking University.

“Comparada con la lista de Estados Unidos, que se centra en la alta tecnología, la de China está más diversificada”, señaló Lu. “El impacto sobre la economía general de China está bajo control”.

Otros posibles ganadores son los países en desarrollo que podrían reemplazar a China como proveedor de los mercados estadounidenses, según William Jackson, de la firma Capital Economics.

México produce muchos de los bienes que han sido objeto de los aranceles estadounidenses a las exportaciones chinas, como televisores y circuitos eléctricos, dijo en un informe. Corea del Sur, Malasia y Tailandia exportan semiconductores y otras tecnologías.

“En la medida en que los aranceles resulten en que Estados Unidos importe esos bienes de otros lugares, otros mercados emergentes podrían beneficiarse”, escribió Jackson.

Ninguna de las dos partes fijó la fecha en la que entraría en vigor la subida fiscal. Trump aprobó una subida de impuestos para las telecomunicaciones chinas, la industria aeroespacial y otros productos tecnológicos, pero abrió un plazo para negociar su listado hasta el 11 de mayo. Las autoridades chinas señalaron que su calendario depende de lo que haga la Casa Blanca.

Por el momento, el intercambio de amenazas ha afectado a negocios en todo el mundo. Las acciones de exportadores estadounidenses de aeronaves, maquinaria agrícola y grano se hundieron el miércoles luego que de Beijing dio a conocer la relación de 106 productos que se verían afectados.

Otros repuntaron por un posible incremento del 25 por ciento en el aumento de las importaciones chinas de carne de res, vehículos eléctricos, productos químicos industriales, zumo de naranja o tabaco.

Los perdedores, entre los que se cuentan los consumidores chinos que podrían sufrir un alza en el precio de la comida, podrían superar a los ganadores.

“Esto afectará definitivamente a mis elecciones”, dijo Wang Xiaoyu, un estudiante de 20 años en Beijing. “Para las necesidades cotidianas, los celulares o la electrónica, es más probable que elija marcas nacionales o productos que tengan el mismo precio que los estadounidenses antes de la subida”.

Aunque los importadores que compran grandes cantidades de soya y otros productos estadounidenses podrían tener problemas para cubrir su demanda, estas brechas crearían oportunidades de negocio para proveedores rivales.

Las acciones de exportadores estadounidenses de aeronaves, maquinaria agrícola y grano se hundieron el miércoles luego que de Beijing dio a conocer la relación de 106 productos que se verían afectados. Foto: AP

“Los ‘ganadores’ obvios serían otros grandes proveedores de estos productos”, explicó Adam Slater, de Oxford Economics, en un email.

El mayor impacto de la subida arancelaria china recaería en los productores de soya de Estados Unidos. China representó casi el 60 por ciento de sus exportaciones y les reportó ingresos por 12 mil 400 millones de dólares en el año fiscal que terminó el pasado 31 de agosto.

Agricultores en Brasil, Argentina o Australia podrían cubrir las necesidades de los compradores chinos que emplean la soya para alimentar al ganado o para fabricar aceite para cocinar.

El aumento del 25 por ciento en los impuestos sobre el cerdo, el whiskey y el tabaco procedentes de Estados Unidos podría abrir oportunidades de negocio para productores en Europa, Rusia o Japón.