El vicepresidente Regional de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) para las Américas, Peter Cerda, aseguró que la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) es una necesidad real y una oportunidad histórica para favorecer el crecimiento económico.
Además de permitir los beneficios sociales de la aviación y aumentar la competitividad de México frente a los demás países de la región, dijo en un comunicado.
Comentó que no construirlo tendría un impacto negativo de hasta 20 mil millones de dólares en la contribución al Producto Interno Bruto (PIB) y hasta 200 mil empleos menos sustentados por la aviación y la pérdida de 20 millones de pasajeros al año en 2034.
“Con su numerosa población, su enorme atractivo para los negocios y el turismo y sus ventajas geográficas, la Ciudad de México tiene el potencial de desempeñar un papel mucho más importante en el escenario mundial. Pero para que eso suceda, las infraestructuras aéreas deben ser adecuadas”, expuso.
Cerda mencionó que de acuerdo con un reciente estudio de la IATA, en colaboración con ALTA y ACI-LAC, para evaluar el impacto económico de las restricciones de capacidad en América Latina, la construcción del aeropuerto es una prioridad del Estado mexicano que trasciende cualquier contexto político o contienda electoral y debe ser apoyada desde todos los sectores.
Precisó que el NAIM es uno de los principales proyectos de infraestructura de los últimos años en Latinoamérica no sólo por el alto valor de la inversión, sino también por el impacto positivo que se espera que genere.
Su construcción, explicó, implica la posibilidad para México de competir con los principales aeropuertos de la región y del mundo, además de generar las condiciones necesarias para que la conectividad aérea contribuya con los beneficios económicos y sociales que producen en un país.
Con datos de IATA, entre 2014-2034, suponiendo que el desarrollo del NAIM avance como está previsto y sin restricciones, el número de pasajeros en el país podría superar los 136 millones al año en 2034.
No obstante, en ausencia de esta nueva capacidad, el número total se vería limitado a 116 millones de usuarios para 2034, una diferencia de más de 20 millones de pasajeros anuales.