Lugar:
Fuente:
EFE

El ex presidente de Ecuador, Rafael Correa, afirmó este jueves en Madrid que los días del fundador de Wikileaks, Julian Assange, en la embajada de su país en Reino Unido “están contados”, debido a la nueva relación que se tiene con Estados Unidos.

Correa dijo lo anterior en un encuentro con el Club Internacional de Prensa en la capital española, donde expuso que “a la primera presión de Estados Unidos (el actual gobierno de Ecuador) lo botan de la embajada” en Londres.

El gobierno de Correa dio asilo en 2012 a Assange, debido a una acusación por presunta violación de una ciudadana sueca, aunque también el gobierno de Estados Unidos pide su detención por las filtraciones hechas por Wikileaks.

“Los días de él allí en la embajada están contados, porque este es un gobierno entregado a Estados Unidos”, dijo en referencia a su sucesor Lenin Moreno, del que apuntó que ha empezado a retomar la relación militar con el gobierno estadunidense norteamericano que él en 2007 ordenó finalizar.

Expuso que todo apunta a que volverán los militares estadunidenses, se reabrirá una escuela conjunta para soldados y volverán a tener actividad en el país.

En este encuentro, Correa expuso que a pesar de los obstáculos que le pone el gobierno de Moreno, buscará impulsar su movimiento político en Ecuador, sin planes de ser candidato, ni siquiera dirigente.

Lamentó que haya varias acusaciones penales en su contra y que “serán quienes acusan los que tengan que demostrar si soy culpable o no”.

Consideró que su situación, la del exvicepresidente Jorge Glas y la del expresidente de Brasil Luiz Inácio “Lula” da Silva muestran que “quieren eliminar a la izquierda exitosa latinoamericana” mediante la judicialización de la política “e impedir que gane elecciones”.

Aprovechó para criticar a los gobiernos como el de España, que hablan de desconocer las próximas elecciones en Venezuela, pero se callan de lo que pasa en Brasil con un contendiente en prisión como es Lula.

Al ser preguntado por la Cumbre de las Américas que se realiza en Perú, descartó que vaya a ser de las más trascendentes y de mayor repercusión, como lo fue la de Panamá cuando pudo participar Cuba y dialogar con el gobierno estadunidense.

“Estas cumbres en general no sirven de mucho, siempre reclamé que había muchas cumbres y que los pueblos nos van a pasar la factura”, refirió.

Sobre los procesos de integración en América Latina, Correa señaló que se avanzó mucho entre los años 2002 y 2012 “cuando se vivió una época dulce” con una gran mayoría de gobiernos de izquierda y en que millones de ciudadanos salieron de la pobreza.

Reconoció que se cometieron errores en el funcionamiento de Unasur y la CELAC, como es el hecho de someter todo a la unanimidad que genera bloqueos, como le ocurre ahora con dos años sin secretario general de Unasur.

“Basta que algunos se opongan y ahora algunos se oponen deliberadamente. Cambian los vientos políticos y no hay voluntad de avanzar”, recalcó.

Criticó que también la falta de integración se debe a “cuestiones culturales” de los latinoamericanos a la hora de llegar a acuerdos en esta materia y que en eso hay que aprender mucho de la construcción de la Unión Europea.

“Tenemos que ser críticos con nosotros mismos. Lo principales responsables de nuestra situación somos nosotros y le echamos responsabilidades a otros. Hacemos de la inmovilidad una virtud, queremos que cambie todo y no cambia nada”, añadió.

El expresidente ecuatoriano realiza una visita a España invitado por las universidades de Murcia, Madrid y Barcelona, y aprovecha para sostener reuniones con diversos colectivos y grupos políticos.