Más de mil niños han sido secuestrados en en el noreste de Nigeria por el grupo yihadista Boko Haram desde 2013, incluidas 276 chicas raptadas de su escuela en Chibok en 2014, denunció hoy el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Al cumplirse el próximo año cuatro años del secuestro de las muchachas de Chibok de un colegio de educación secundaria, Unicef exigió la liberaciónde “más de cien” que aún “tienen que retornar a sus familias”, en un comunicado emitido en Abuya.
“El cuarto aniversario del secuestro de Chibok nos recuerda que los niños en el noreste de Nigeria continúan siendo atacados a una escala estremecedora”, afirmó el representante de Unicef en Nigeria, Mohamed Malick Fall.
El ataque a una escuela de la localidad de Dapchi el pasado febrero, que se saldó con el secuestro de 110 niñas, de las que más de cien fueron liberadas en marzo y cinco han sido dadas por muertas, es “la última indicación de que hay pocos lugares seguros para los niños en el noreste (del país)”, se indica en la nota.
“Estos ataques repetidos contra niños en escuelas son inadmisibles. Los niños tienen derecho a educación y protección, y el aula debe ser un lugar en el que estén a salvo”, aseveró Fall.
Unicef subrayó que, desde que el conflicto de Boko Haram estalló en el noreste de Nigeria hace casi nueve años, al menos 2.295 maestros han sido asesinados y más de mil 400 escuelas han sido destruidas, la mayoría de las cuales no han podido reabrir.
Boko Haram, que en lengua local significa “la educación no islámica es pecado”, lucha por imponer un Estado de corte islámico en Nigeria, país de mayoría musulmana en el norte y predominantemente cristiano en el sur.
Desde 2009, el grupo yihadista ha causado decenas de miles de muertos y ha provocado el desplazamiento de más de dos millones de personas.