Sin la presencia de Nicolás Maduro en la Cumbre de las Américas, la mayoría de los Jefes de Estado de la región exigieron al Gobierno de Venezuela frenar la crisis política y social por la que atraviesa.
El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, advirtió que ese Gobierno no descansará hasta que los venezolanos recuperen la democracia y la tranquilidad, pues actualmente lo consideran un Estado fallido.
«Nueve de cada diez venezolanos ahora son pobres, las tiendas, los almacenes están vacíos, los hospitales no tienen servicios básicos y eso ha causado miseria y muerte.
«Venezuela es un Estado fallido y el colapso de Venezuela está afectando otras economías. Estados Unidos no se va a quedar con los brazos cruzados», advirtió.
En sus intervenciones, la mayoría de los 30 Presidentes, Primeros Ministros y representantes de Gobierno coincidieron en presionar a Maduro para lograr que haya nuevas elecciones.
Cuba y Bolivia fueron de los pocos países que se pronunciaron en contra, al afirmar que no podían violentar la soberanía de un país.
«No es nada democrático atacar a Venezuela y atacar a Nicolás Maduro cuando ha sido excluido y no está aquí para defenderse.
«El vacío moral del Gobierno de Estados Unidos no puede ser, no es la referencia para América Latina. Es el autor de violaciones masivas, flagrantes y sistemáticas de los derechos humanos de sus propios ciudadanos afroamericanos, de los hispanos, de los migrantes y de las minorías», dijo el Canciller Bruno Rodríguez, tras lamentar que en la Cumbre se permita la humillación de países de la región.
Al clausurar la Cumbre, el Presidente de Perú, Martín Vizcarra, afirmó que este foro llama a Maduro a permitir la ayuda humanitaria y la realización de elecciones presidenciales.
«Le pedimos que permita el ingreso de ayuda humanitaria (…) Se hace un llamado para que se realicen elecciones presidenciales con las garantías necesarias de un proceso justo, transparente y democrático con la participaron de todos los actores políticos», indicó.