La tormenta de hielo que se registró todo el fin de semana en el sureste de Canadá provocó caída de árboles, cortes de electricidad, cancelación de vuelos, accidentes vehiculares y suspensión de clases en algunas escuelas, con efectos aún hoy continúan.
De acuerdo con un balance de autoridades canadienses, el aeropuerto internacional Pearson de Toronto canceló 600 vuelos el domingo y 100 este lunes, mientras que más vuelos fueron retrasados debido a la constante lluvia.
Los servicios de emergencia continúan trabajando para tratar de restablecer el servicio de energía, vital ante las bajas temperaturas.
En Toronto, durante la noche del domingo cerca de 44 mil hogares se quedaron sin energía eléctrica y para esta mañana el número se había reducido a diez mil casas.
Muchos problemas con los transformadores de luz fueron ocasionados por la caída de árboles o por el peso del hielo sobre los cables de luz.
La icónica Torre de Toronto (CN Tower), de 553 metros de altura, fue cerrada debido a que la tormenta provocó que la lluvia congelada se convirtiera en hielo pegado a la estructura y con la mínima subida de temperatura –de menos cero a dos o tres grados centígrados- el hielo se comienza a desprender y caer.
A nivel de la provincia de Ontario el servicio público de electricidad Hydro One informó que alrededor de 68 mil hogares estaban todavía sin luz en el área sur de la provincia, la más poblada de Canadá.
Durante el fin de semana el servicio de bomberos de Toronto atendió mil 330 incidentes.
La tormenta registrada en lo que se conoce como primavera invernal incluyó vientos de 100 kilómetros por hora, granizo y una constante lluvia por casi tres días. La policía de Toronto reportó mil 450 accidentes vehiculares durante el fin de semana.
La alcaldía de Toronto informó que seis mil 940 toneladas de sal han sido esparcidas por las principales calles y avenidas de la ciudad, en donde los tranvías eléctricos fueron sustituidos por autobuses en algunas rutas.
En las localidades aledañas a Toronto, como Halton y Peel, fueron cerradas las escuelas católicas, mientras que en otras ciudades donde sí tuvieron clases fueron suspendidos los servicios de autobuses escolares.