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EFE

Cancelar o retrasar la construcción del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, como podría ocurrir si llega a la presidencia el candidato izquierdista Andrés Manuel López Obrador, tendría «implicaciones crediticias negativas» para el sector aeroportuario en el país, alertó hoy Moody’s.

En un comunicado, la agencia calificadora afirmó que la suspensión de la obra que se lleva a cabo en Texcoco es «un riesgo clave» en un contexto en el que se prevé que el «sólido tráfico aéreo» en México impulsará el perfil crediticio de sus aeropuertos.

«La apertura del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México generaría flujo de efectivo adicional para el Fideicomiso del Aeropuerto de la Ciudad de México» que estaría disponible para el pago de servicio de la deuda por el crecimiento esperado del tráfico de pasajeros.

Sin embargo, aseveró Moody’s, «la cancelación del proyecto, o serios retrasos de su apertura tendrían implicaciones crediticias negativas», no solo para el fideicomiso, «sino también para el sector aeroportuario mexicano en general».

López Obrador, líder de la coalición «Juntos haremos historia» y favorito en los sondeos de preferencia de voto, se ha mostrado en contra de la construcción del nuevo aeropuerto -a su entender «una obra faraónica costosísima»-, y ha propuesto en su lugar ampliar el aeropuerto militar de Santa Lucía, también en el Estado de México.

Este posicionamiento ha provocado que surjan voces en defensa del proyecto, como la del magnate Carlos Slim, quien ayer aseguró que frenar la iniciativa, que será un «detonador» en un área castigada por la pobreza y la marginación, sería «suspender el crecimiento del país».

Moody’s recordó que el tráfico aéreo de México aumentó 60 % entre 2012 y 2017, y las compañías aeroportuarias esperan que continúe esta tendencia «de la mano con el menor costo de los boletos que provoca la mayor competencia entre aerolíneas».

Asimismo, los ingresos totales de los aeropuertos privados están creciendo incluso más rápido que el tráfico y, como resultado, se ha fortalecido la situación financiera de los aeropuertos del país latinoamericano.

«El principal desafío de largo plazo para las compañías aeroportuarias son las restricciones de capacidad que pudieran inhibir su crecimiento», señaló Adrián Garza, analista sénior, quien precisó que para atender la demanda, muchos aeropuertos necesitarán inversiones de capital y contratación de deuda adicional para el financiamiento en los próximos cinco años.