Los intentos de Rusia de prohibir el acceso al servicio de mensajes de Telegram amenazan con arrastrar a gigantes tecnológicos estadounidenses, como Alphabet y Amazon, a la guerra con el fundador Pavel Durov conforme recurre a servidores proxy para eludir las medidas de bloqueo.
El regulador ruso de comunicaciones, Roskomnadzor, ya bloqueó 18 subredes de Google y Amazon que Telegram utilizó para evitar restricciones, informó este miércoles al diario Izvestia el titular del regulador, Alexander Zharov.
Como resultado, se bloquearon más de 15 millones de direcciones IP, lo que hace que algunos recursos de internet de terceros no estén disponibles en Rusia, según Qrator Labs.
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Durov rechazó por «inconstitucionales» las exigencias de las autoridades rusas de entregar claves de cifrado para permitir que el Servicio Federal de Seguridad, conocido como el FSB, accediera a los mensajes de los usuarios en Telegram para interceptar comunicaciones de terroristas.
Roskomnadzor comenzó a bloquear el acceso al servicio de mensajería el lunes, luego de que un tribunal de Moscú dictaminara la semana pasada que Durov incumplía la legislación rusa.
El fundador ruso de Telegram contraatacó: ofreció pagar a los administradores de servidores proxy en bitcoins para ayudar a eludir las restricciones y dijo que planea gastar millones de dólares en lo que denominó «resistencia digital». Telegram «permaneció disponible para la mayoría de los residentes de Rusia» a pesar de los intentos de bloqueo, dijo Durov este miércoles en Twitter.
«Trató de esconderse»
Roskomnadzor bloqueó el año pasado el servicio de walkie-talkie de internet Zello por no cumplir con la legislación rusa, aunque también «trató de esconderse detrás de las direcciones IP de Amazon», dijo Zharov a Izvestia.
El regulador podría considerar bloquear Facebook si una investigación que se completará para fines de este año muestra que no cumple con las leyes rusas, mencionó a la publicación.
El regulador además exigirá que App Store, de Apple, y Google Play eliminen la aplicación Telegram de sus tiendas en línea en Rusia, dijo Zharov.
La oficina de prensa de Google no quiso hacer ningún comentario. La oficina de prensa europea de Amazon no respondió de inmediato a un correo electrónico en busca de comentarios.
Lo que es cada vez más una batalla de voluntades entre Rusia e internet generó el apoyo para Durov de parte de Edward Snowden, el excontratista de inteligencia estadounidense a quien el Kremlin dio asilo.
La «loca búsqueda por castigar» a Telegram por proteger la privacidad de los usuarios llevó a Roskomnadzor a bloquear una gran cantidad de sitios no relacionados «en un esfuerzo de censura moral y técnicamente ignorante», escribió Snowden en Twitter.
Cualquier medida de Google o Amazon para impedir el acceso de Telegram a sus plataformas o eliminar su aplicación de sus tiendas significaría que «son colaboradores conscientes de una campaña de censura, no víctimas de ella», explicó Snowden.