El Gobierno Federal declaró el 18 de abril nuevas Zonas Económicas Especiales (ZEE) en Campeche y Tabasco y en éstas se prohíbe explícitamente actividades de refinación y procesamiento de hidrocarburos, lo que complica la propuesta de Andrés Manuel López Obrador de utilizarlas para construir las dos refinerías, eje de su propuesta energética.
Públicamente, el candidato a la Presidencia de la coalición ‘Juntos Haremos Historia’, ha referido que una de las refinerías estaría ubicada en Atasta, Campeche, y la otra en Dos Bocas, Tabasco, regiones que comprenden las ZEE.
La declaratoria señala que “las actividades de refinación de petróleo y procesamiento de gas natural, así como el almacenamiento, el transporte, la distribución y la comercialización de hidrocarburos y petrolíferos, ya están siendo impulsadas a través de los instrumentos previstos en la Reforma Energética”, por lo que no es pertinente que dichas actividades se desarrollen en las nuevas secciones de la Zona Económica Especial de Campeche y Tabasco.
Al respecto, Rampes Pech, analista de energía de Caraiva y Asociados dijo a El Financiero que “construir activos de refinación fuera de la ZEE implicaría un incremento en las costos tan sólo por la infraestructura que se requiere”.
Detalló que los puertos de Dos Bocas y Seybaplaya quedaron fuera de la ZEE siendo zonas claves para el desarrollo de la industria petrolera mexicana, por lo que lanzó una pregunta al sector: “¿Qué tipo de industria se colocará siendo que ambos estados, en 2025 tendrán el 80 por ciento de producción de hidrocarburos?”, dijo.