El gobierno de Donald Trump canceló el Estatus de Protección Temporal (TPS) para Honduras, por el cual unos 57 mil inmigrantes de ese país residen legalmente en Estados Unidos.
El programa finalizará el 5 de enero de 2020 para permitir que los beneficiarios abandonen el país de manera ordenada, o tramiten la regularización de su situación migratoria por otras vías, dijo en un comunicado la secretaria del Departamento de Seguridad Interior (DHS), Kirstjen Nielsen.
El TPS, un mecanismo creado por el Congreso estadunidense en los años 1990 para amparar a inmigrantes que por desastres naturales o conflictos armados no podían regresar de manera segura a sus países, fue concedido a Honduras después del devastador huracán Mitch en 1999.
«Basada en una cuidadosa consideración de la información disponible, incluidas las recomendaciones recibidas como parte de un proceso de consulta interinstitucional, la secretaria determinó que el trastorno de las condiciones de vida en Honduras por el huracán Mitch, que motivaron la atribución del TPS, ha disminuido a tal grado que ya no debería ser considerado como sustancial», señaló el DHS.
«Por lo tanto, la actual designación del TPS debe finalizar», concluyó.
El TPS para Honduras había sido renovado desde 1999 por los sucesivos gobiernos por periodos de 18 meses, pero el 5 de enero fue ampliado por solo seis meses, que se vencen el 5 de julio próximo. Por ley, las autoridades deben anunciar si prorrogan o suspenden el TPS a los países beneficiarios 60 días antes de que el permiso caduque.
El DHS recordó que los hondureños con TPS aún pueden recibir otros beneficios migratorios en Estados Unidos.
También señaló que los beneficiarios actuales deben estar pendientes de tramitar su autorización de empleo para poder trabajar legalmente en Estados Unidos hasta la finalización del TPS el 5 de enero de 2020.
Más de un millón de hondureños viven en Estados Unidos, la mayoría indocumentados, y unos 57 mil están amparados por el TPS, según cifras oficiales.
El gobierno hondureño ha gestionado la ampliación del TPS ante autoridades estadunidenses, exponiendo las consecuencias que tendría la cancelación no sólo para Honduras sino también para Estados Unidos.
«Para los hondureños que están allá sería lamentable (el fin del TPS) porque tendrían que convertirse en ilegales de la noche a la mañana» y a Estados Unidos le dejarían de pagar impuestos, dijo el miércoles el vicecanciller hondureño, Isaías Barahona, a la radio local HRN.
Honduras recibió remesas por cerca de 4 mil millones de dolares en 2017, equivalente a 18 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).