Los últimos ataques israelíes contra posiciones iraníes en territorio sirio constituyen una «nueva fase» en la guerra, afirmó el jueves el Ministerio de Relaciones Exterioresen Damasco.
«La entidad sionista (Israel) y quienes la respaldan se implicaron de manera directa en la confrontación. (…) Esto es un indicador (del principio) de una nueva fase en la guerra», afirmó el Ministerio, citado por la agencia oficial Sana.
Los ataques nocturnos de la aviación israelí en Siria mataron a por lo menos 23 combatientes (cinco soldados sirios y 18 miembros de las fuerzas aliadas al régimen), informó este jueves el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).
Entre los militares sirios muertos figura un oficial. Entre las víctimas mortales hay sirios y extranjeros, según esta oenegé con sede en Reino Unido y una amplia red de informantes en Siria.
El ejército israelí afirma haber bombardeado decenas de blancos militares iraníes en Siria.
Entre los objetivos del ataque israelí se encontraban zonas situadas cerca a Damasco y en el suroeste de Siria, afirmó el OSDH.
Estados Unidos condenó a Irán por los ataques con misiles contra posiciones israelíes en la meseta del Golán, y brindó un fuerte apoyo al derecho de Israel a defenderse.
Los bombardeos «provocaron pérdidas humanas en un cierto número de zonas atacadas», afirmó, señalando que el balance de muertos podría aumentar.
Israel afirmó haber atacado posiciones iraníes en Siria en respuesta al disparo de cohetes, atribuido a Irán, contra sus fuerzas en la zona de los Altos del Golán ocupada por Israel.
El jefe de la diplomacia rusa Serguei Lavrov llamó a Irán e Israel «al diálogo» tras los ataques israelíes contra infraestructuras iraníes en Siria, que plantean un riesgo de escalada militar en la región.
El recurso a la fuerza «es una tendencia muy inquietante, nosotros partimos del principio que todos los asuntos deben ser resueltos por el diálogo», declaró Lavrov en conferencia de prensa.
Lavrov agregó que Rusia había advertido ya, inclusive durante una entrevista el miércoles entre Vladimir Putin y Benjamin Netanyahu, contra «cualquier acción que pueda ser provocadora».