La Unión Europea (UE) reiteró hoy su disposición a iniciar conversaciones sobre cómo mejorar sus relaciones comerciales con Estados Unidos, pero únicamente si queda exenta de los aranceles que Washington planea imponer al acero y aluminio europeos a partir del próximo 1 de junio.
En un consejo celebrado en Bruselas, los titulares de Comercio de los Estadosmiembros se mantuvieron en la misma línea planteada por los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintiocho la semana pasada en Sofía, donde el presidente de laComisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, rechazó negociar asuntos comerciales mientras la amenaza de los aranceles siga planeando sobre la UE.
“No vamos a negociar nada bajo amenazas, pero estamos dispuestos a comprometernos con una agenda positiva si quedamos excluidos de estas medidas. Aún faltan algunos días hasta el 1 de junio, así que las conversaciones continúan”, dijo la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, en una rueda de prensa tras el consejo.
La agenda con la que la Unión quiere convencer a EU para quedar excluida de sus aranceles al acero y al aluminio, acordada en Sofía, incluye propuestas para ampliar la cooperación en el sector energético, la reforma de la Organización Mundial del Comercio (OMC), una mejora recíproca de los accesos a los mercados, especialmente en sectores como el automovilístico, y una liberalización de la contratación pública.
Estos puntos se han presentado a los representantes estadounidenses y son, según Malmström, el resultado de una “agenda constructiva” en la que la UE quiere comprometerse con EU a nivel bilateral, pero también en un espacio multilateral y abordando el problema “clave” del sector del acero, el exceso de capacidad.
“Si nos embarcamos en esto tiene que ser como iguales y no con la amenaza (de los aranceles) sobre nuestras cabezas. Las discusiones continúan”, dijo Malmström, que hoy se mostró pesimista sobre si Washington consideraba “suficiente” esta propuesta europea.
Malmström trasladó a los titulares de Comercio la situación actual de las conversaciones con el secretario de Comercio estadounidense, Wilbur Ross, con quien habla varias veces por semana y a quien continúa transmitiendo la postura europea, según la cual los aranceles son ilegítimos y no están en línea con las reglas de la OMC.
Preguntada por la persona sobre la que recaerá la decisión final de hacer permanente o no la exención, Malmström señaló que esto corresponde al presidente Trump, pero dijo que cuenta con Ross “para que le haga una recomendación al presidente” y “para que sea honesto sobre las recomendaciones que le va a hacer”.
“Si el presidente las seguirá o no, no lo sé”, concluyó Malmström.
El ministro búlgaro de Economía, Emil Karanikolov, cuyo país ostenta hasta finales de junio la presidencia de turno de la UE, subrayó en la rueda de prensa que la única forma de que el bloque comunitario tenga éxito en esta disputa comercial es manteniéndose unido y usando “una única voz”.
A su llegada a la reunión, el ministro de Economía de Alemania, Peter Altmaier, llamó a “abordar conversaciones” con EU sobre sus relaciones comerciales con la Unión, con vistas a alcanzar un “entendimiento” y a evitar que se apliquen los aranceles.
En cualquier caso, los dirigentes comunitarios descartan iniciar conversaciones para mejorar las relaciones comerciales antes de asegurar que la exención europea a los aranceles estadounidenses al acero (25 %) y al aluminio (10 %), que expira el próximo 1 de junio, sea completa y permanente.
Hasta el momento, Australia, Argentina, Brasil y Corea del Sur han logrado exenciones permanentes a los aranceles, aunque sus exportaciones a EU están sujetas a cuotas.
Durante la reunión, el Ejecutivo comunitario informó también a los países sobre el progreso en las negociaciones comerciales con el Mercosur, con quien Malmström ve posible un acuerdo antes del verano, y dio luz verde a la apertura de conversaciones para un tratado comercial con Australia y Nueva Zelanda.