Entre las cuatro candidatas que aspiran a ocupar la curul del Distrito X de Xalapa urbano, destaca por encima de ellas La Xalapita, como es ubicada entre sus amigos y conocidos. No sólo por ser la más joven, ni por su menuda figura, o grandes ojos y boca que con una facilidad brindan sonrisas, sino por la seguridad de que en estas próximas elecciones, va a ganar.

Se llama Angélica Cristiani Mantilla. Es hija del periodista Miguel Ángel Cristiani. Un día, llegó a mi escritorio y dijo que iba a trabajar conmigo. Empezamos a platicar y hacer proyectos. Tenía idea de lo que le pedía y sobre todo, disposición y ganas, muchas ganas de hacer. Por circunstancias que de verdad, no vale la pena comentar pero que sí mucho que lamentar, dejó el empleo al poco tiempo, pero no la amistad. Hoy, la encuentro como candidata ciudadana de Nueva Alianza.

II

A simple vista, pudiera confundirla uno con alguna adolescente. Hay quienes dicen que parece “fresa”, lo que es muy distante de la realidad. Igual, quien piense que por ser hija de periodista goza de privilegios, está muy equivocado. Sus padres y la vida le han dejado en claro que todo, todo, requiere esfuerzo y trabajo. Está a nada de terminar la carrera de Ciencias de la Comunicación en la UV, aunque su sueño era estudiar Teatro, quizás por eso ese apego que tiene por vincularse a músicos, artistas, bailarines… el arte la llama.

Hace poco me entero que su familia vivió en Jardines de Xalapa… “Fue mi primer hogar, la primera dirección que me aprendí de memoria por si me perdía: Ébano E no. 102. Haber crecido en un ambiente rodeado de árboles capta la esencia de Xalapa”.

III

Cuenta Angélica que un día, supo que Nueva Alianza estaba abriendo espacio a los ciudadanos. No lo pensó más. Armó un proyecto y lo entregó. El tiempo pasó y cual “Big Brother” una noche la llamaron y le dijeron “Tú, Angélica, ¡estás nominada!” No se la podía creer. Estaba a nada de ser candidata. Se registró ante el partido y la acompaña en esta aventura otra joven, Aurora Ramírez, que más que una “Suplente”, es un complemento de ideas, proyectos, cauces. Pero eso fue el primer paso. Cuando las autoridades electorales dieron su registro como candidata, entonces “le cayó el 20” de golpe. Por primera vez percibió la enorme responsabilidad que implicaba ser candidata pero algo le quedó en claro: No era su candidatura, aunque allí estuviera su nombre; no era tampoco la candidatura de un partido, aunque el turquesa la ampare… ella ve esto como una plataforma para todos los que quieran hacer algo por Xalapa.

De ahí parte la seguridad que tiene para ganar en estas elecciones.

IV

Pero… ¿cómo ganar unas elecciones cuando las prerrogativas son escasas y el tiempo insuficiente? Bueno, el primer paso es buscar a la gente que construye y hace desde su trinchera algo por Xalapa. Está convencida que hay personas que sin ningún otro interés más que el de servir, ayudar y apoyar, hacen algo por sus vecinos y si bien, no hay recursos para echar arriba, hay mucha mente y corazón para apostar al tejido ciudadano, a sabiendas de que en este momento, la política divide más que unir.

Por eso dice estar segura de que va a ganar… por principio, va a ganar al conocer a gente que quiere hacer un cambio sin pensar en los políticos, sin esperar elecciones, o sin esperar nada a cambio más que el beneficio que como ciudadanos pueden aportar a una Xalapa… “los xalapeños nos conocemos y sabemos qué hacemos”. De sus propuestas, una vez que arranque la campaña, nos platicará La Xalapita de menuda figura, grandes ojos y boca que prodigan sonrisas al por mayor, y lo mejor aún, también confianza.

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