El grupo financiero BBVA Bancomer previó que “muy probablemente” la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) se llevará a cabo hasta 2019 y, por lo tanto, “todo parece indicar que la incertidumbre continuará por unos meses más”.
Para contar con una nueva versión del TLCAN en este mismo año, “los equipos negociadores de México, Estados Unidos y Canadá, tendrán forzosamente que llegar a un acuerdo para los últimos días de mayo”, es decir en esta misma semana, advirtió Arnulfo Rodríguez Hernández, economista principal del corporativo.
Dicho plazo, explicó, está determinado por las leyes comerciales de Estados Unidos y el TLCAN deberá estar listo para el jueves 31 de mayo a fin de que el Congreso actual de ese país lo firme a finales de noviembre para evitar que cambie su conformación por las elecciones de intermediadas que se llevarán a cabo ese mes.
Sin embargo, persisten los temas polémicos para avanzar en la negociación y el especialista manifestó que para México resulta “primordial” lograr un buen acuerdo comercial en los términos que convengan tanto para las familias mexicanas como para las empresas que operan aquí.
Recordó que cuatro temas son los que impactan la renegociación, todos planteados por el gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump: la propuesta de que trabajadores automotrices con salarios de por lo menos 16 dólares por hora contribuyan con 40 por ciento del valor contenido en automóviles y 45 por ciento en camiones ligeros; la estacionalidad con la que el vecino país pretende reducir sus importaciones agrícolas cuando sus productores tengan mayores cosechas, la demanda de establecer una cláusula de expiración automática del acuerdo comercial cada cinco años, a menos de que los tres países decidan continuarlo, así como la intención de eliminar los mecanismos para la resolución de controversias comerciales o de inversión.
Las discusiones se han centrado más en las reglas de origen automotriz pues el objetivo de Estados Unidos es reducir su déficit comercial con México, del cual un 70 por ciento está concentrado en automóviles y camiones, mientras que el comercio de autopartes ocupa el segundo lugar al aportar el 30 por ciento restante.
Arnulfo Rodríguez aseveró que la mitad de los 38 modelos que se ensamblan en México y se exportan a ese país no cumplen con las condiciones que quiere imponer Estados Unidos, lo que representa una amenaza para la competitividad de la industria automotriz establecida en México.
De establecerse aranceles, afectarán más a las exportaciones de camiones ligeros porque serán de 25 por ciento, en cambio las de automóviles sólo serán de 2.5 por ciento por lo que será menor el impacto en las ventas de México.