En México, quizás no existe una experiencia de compra más lujosa que un paseo por una de las 13 tiendas de El Palacio de Hierro. En el local de Perisur, una estructura ondulada de vidrio templado en la zona sur de Ciudad de México, los clientes pueden llevar a casa un bolso Bottega Veneta hecho a mano por 2 mil 400 dólares o un reloj de hombre Bell & Ross con cristal de zafiro de 25 mil 535 dólares.
La cadena es propiedad de Alberto Baillères, el segundo hombre más rico de México. Esta riqueza, de casi 11 mil millones de dólares, según cálculos de Bloomberg, lo puso en la mira de Andrés Manuel López Obrador, el candidato presidencial de la coalición ‘Juntos Haremos Historia’. Para López Obrador, Baillères forma parte de la «mafia del poder» en México que necesita ser controlada.
Es un mensaje inquietante para los ejecutivos de El Palacio de Hierro,especialmente porque López Obrador tiene una ventaja de 20 puntos sobre su rival más cercano cuando solo falta un mes para las elecciones.
Así que en una reciente tarde entre semana, la empresa citó al personal de Perisur en el comedor para una reunión obligatoria. En los siguientes 40 minutos, el mensaje fue repetido una y otra vez, de acuerdo con empleados que estuvieron presentes esa noche: Voten por el candidato que tenga la mayor probabilidad de vencer a López Obrador; es la mejor oportunidad que tenemos de preservar el sistema económico que nos permite emplearlos, dijo la empresa.
Este tipo de tácticas repentinamente se están convirtiendo en algo común en todo México. La cadena de supermercados Grupo Comercial Chedraui, el gigante minero Grupo México, el operador de cine Cinépolis de México, la aerolínea Grupo Aeroméxico, todos han comenzado a alentar a sus empleados de una forma u otra a pensar cuidadosamente acerca de por quién votarán el 1 de julio.
Nada pone de relieve con más claridad la preocupación entre las empresas mexicanas ante la posibilidad de una victoria de López Obrador y cuán altos creen los ejecutivos que son los riesgos.
«Los empresarios están muy preocupados, su postura es muy clara», dijo Alejandro Schtulmann, quien dirige la consultora de riesgo político Empra en Ciudad de México. «López Obrador no ha guardado sus sentimientos, y su discurso genera gran incertidumbre sobre el modelo económico que va a seguir».
Las conversaciones no tienen necesariamente nada ilegal. Los expertos dicen que, aunque es algo impropio e invasivo, caen en una «zona gris» siempre que no haya coerción real. Y, sin embargo, tampoco hay pruebas claras de que serán eficaces. La táctica incluso podría ser contraproducente.
En un fenómeno similar a cómo los partidarios de Donald Trump parecieron estar más decididos a votar por él en 2016 mientras las figuras públicas más los instaban a reconsiderar su voto, algunos empleados en México dijeron que las charlas les causaban molestia y que no van a ser disuadidos de votar por López Obrador.
‘Infórmate’
Las presentaciones incluyeron un video electoral de seis minutos creado por ConcienciaMX, un grupo financiado en parte por las tres principales cámaras de comercio del país. El mensaje principal del video: usted, y en términos más generales México, no están tan mal como se cree. Los salarios y el poder adquisitivo han aumentado en las últimas décadas, los servicios públicos son mejores, el comercio exterior está en auge y juntos, podemos continuar mejorando la sociedad mexicana. «Infórmate y reflexiona antes de votar», dice el narrador a final del video mientras una gráfica insta a los espectadores a no emitir un voto «por enojo».
El Palacio de Hierro dijo en un comunicado que está involucrado en el movimiento independiente de ConcienciaMX para «formar un mejor país por medio del empoderamiento de los mexicanos. Existen varios esfuerzos para promover la participación ciudadana y el voto libre y secreto, lo cual es acorde a nuestra filosofía».
La compañía negó que buscara presionar a sus empleados a votar de una manera u otra. «El Palacio de Hierro es completamente respetuoso de las preferencias políticas individuales y refrenda su neutralidad política», dijo la empresa.
‘¿Qué es el populismo?’’
El material electoral también se exhibe en las tiendas de supermercado Chedraui.
En las áreas de descanso de los trabajadores cuelgan carteles con las preguntas «¿Qué es la democracia?» y «¿Qué es el populismo? Explican, además, cómo Cuba y Venezuela son los únicos países de la región que no tienen elecciones libres y democráticas.
Estas son alusiones apenas veladas a las líneas comunes que usan los oponentes de López Obrador en su contra: que es un populista igual que Hugo Chávez, que hundirá a México en el mismo tipo de pobreza y régimen autoritario que ha devastado a esos dos países.
López Obrador, aunque se ha comprometido a subsidiar a los pequeños agricultores y detener la apertura de la industria petrolera, dice que va a ser un presidente favorable al mercado que no tiene la intención de expropiar empresas privadas. Su equipo de campaña se negó a comentar sobre las tácticas electorales de las compañías.
Chedraui confirmó el uso de los carteles, diciendo que son parte de una campaña más amplia que busca informar legítimamente a los empleados sobre la importancia de la elección.
Puede que las tácticas sean legales, dijo Javier Martín, profesor asociado del centro de investigación CIDE en Ciudad de México, pero eso no hace que sean correctas. Las empresas «deberían saber que están en una posición privilegiada y deberían ser más cuidadosas», dijo. «No es una relación entre iguales».