La aviación de Irak bombardeó hoy otro centro de mando del grupo extremista Estado Islámico (EI) en una zona fronteriza en el oriente de Siria, en el marco de su campaña para erradicar los remanentes yihadistas, informó el Comando de Operaciones Conjuntas del Ejército iraquí.
Un avión de combate iraquí F-16 llevó a cabo ataques aéreos contra una sede del EI dentro de territorio sirio, en poder de los yihadistas, además otras aeronaves tuvieron como blanco instalaciones de los extremistas en la región de Hayin, en la oriental provincia siria de Deir Ezzor.
“Por orden del comandante supremo, el primer ministro Haider al Abadi, en coordinación con el mando de las Fuerzas Armadas, los aviones F-16 iraquíes lanzaron esta mañana un ataque aéreo contra un centro de mando y un puesto de control, donde se encontraban comandantes y combatientes del EI”, explicó la fuente.
Según fuentes de inteligencia iraquíes, citadas por el sitio Iraqi News, el ataque logró impactar con precisión en su objetivo, dejándolo completamente destruido.
La Fuerza Aérea de Irak ha llevado a cabo varios ataques aéreos contra el grupo yihadista en Siria desde el año pasado, con la aprobación del gobierno del presidente sirio Bashar al Assad y de la coalición internacional liderada por Estados Unidos.
A mediados de mayo pasado, aviones iraquíes destruyeron un edificio utilizado por los yihadistas como un centro de comando y logística en el sur de la zona siria de Al Deshisha, cercana a la frontera iraquí.
El vocero de Mando de Operaciones Conjuntas de las Fuerzas Armadas de Irak, el general de brigada Yahya Rasul, ha advertido que los ataques dentro de Siria tienen como objetivo impedir un eventual ingreso de los extremistas a suelo iraquí. Ya libre de este flagelo.
Las fuerzas sirias e iraquíes han arrinconado a los yihadistas en la región desértica de la frontera entre ambos países, en una ofensiva en la que han arrebatado a los extremistas los vastos territorios que controlaban en el este de Siria y en el oeste y norte de Irak.
A principios de diciembre pasado, el primer ministro iraquí declaró el fin de la guerra contra el EI, que se alargó durante tres años y medio, aunque advirtió que todavía combatiría a las células “durmientes” del grupo yihadista en el país.