Los delfines macho individualizan a sus socios de larga duración con etiquetas vocales bastante distintas entre sí y similares a un nombre, lo que les permite diferenciar al relacionarse con otros machos entre amigos y posibles competidores, según un estudio publicado hoy.
Divulgado en la revista Current Biology, el estudio recoge los hallazgos de un grupo de investigadores que ha estado observando el comportamiento de los delfines mular o nariz de botella en la bahía Shark (Australia) durante más de 30 años.
El delfín nariz de botella es la especie más común y conocida entre más de una treintena.
Los delfines macho de esta especie que forman “alianzas cooperativas de largo plazo” son capaces de “conservar etiquetas vocales individuales o ‘nombres’ que les permiten reconocer a muchos amigos y rivales en su red social”, explica en la revista Stephanie King, de la Universidad de Western Australia y autora del estudio.
Esos “nombres” ayudan a los machos a dar seguimiento a sus relaciones e identificar “quiénes son sus amigos, los amigos de sus amigos y sus competidores”, añade King.
Los investigadores conocían desde hace años que los delfines nariz de botella establecen alianzas de cooperación de largo plazo, pero con este estudio, diseñado para comprender mejor el papel de la comunicación vocal, descubrieron cómo usan señales individualizadas para formar y mantener esas asociaciones.
Para realizar el estudio se grabaron las vocalizaciones de los delfines con micrófonos submarinos y se identificaron las etiquetas individuales empleadas por cada uno de los machos.
Según King, el objetivo era descubrir si los machos asociados se llamaban entre sí de forma similar para publicitar su pertenencia a la alianza o, por el contrario, usaban etiquetas vocales individuales.
A diferencia de otras muchas especies en las que los individuos con relaciones cercanas usan vocalizaciones compartidas para anunciar precisamente su pertenencia a un grupo, en el caso de los delfines nariz de botella machos ocurre “todo lo contrario”.
Para ellos, “retener” las etiquetas individuales es más importante que la vocalización compartida, porque eso “les permite realizar un seguimiento (a otros machos) o mantener una fascinante red social de relaciones de cooperación”, subraya King.
El siguiente reto de este equipo de investigadores es reproducir los “nombres” de los machos para explorar cómo responden los miembros de las alianzas en diferentes contextos.
“Será interesante revelar si todas las relaciones de cooperación dentro de las alianzas son iguales o no”, concluye King.