Representantes de organizaciones no gubernamentales de Venezuela anunciaron hoy que llevarán hasta la sede del Gobierno su protesta por la falta de medicamentos que amenaza la vida de los pacientes.
El portavoz de la organización Codevida, Francisco Valencia, instó a los pacientes a llevar la protesta hasta la casa de Gobierno de Miraflores para exigir una solución a la crisis ante la escasez de mediamentos.
“Es el presidente (Nicolás Maduro) el que tiene que hablarle al pueblo”, señaló.
Valencia alertó que en el país peligran las vidas de pacientes trasplantados y de aquellos cuyas vidas dependen de un medicamento.
“No hay ni un solo factor, no hay reactivos, no hay insumos de ningún tipo en el país. Nuestros enfermos están mendigando hasta un pañal”, denunció en un foro sobre la crisis por falta de medicamentos realizado en la Universidad Central de Venezuela.
Señaló que en la presente situación, agudizada por la caída de los ingresos petroleros, es necesario “usar al máximo los recursos que tiene el Estado para garantizar la salud y el derecho a la vida de las personas”.
El presidente de la Industria Farmacéutica, Freddy Ceballos, señaló que los trabajadores del sector salud deben sumarse a la protesta, con el fin de que el Gobierno entienda la necesidad de medicinas e insumos médicos que se requieren.
“La gravedad de lo que estamos viviendo supera la realidad. Hemos tenido que recetar medicinas para animales y hasta suministrar medicamentos vencidos. Estamos pagando con la vida todos los venezolanos que necesitamos medicamentos”, se quejó.
Esta semana, una protesta de pacientes llegó a las puertas del Ministerio de Salud, en el centro de Caracas, en la cual una paciente mostró al público los efectos del cáncer de seno que padece y la metástasis provocada por la falta de medicinas.
Elizabeth Salazar enseñó su seno para dramatizar la situación provocada por la escasez de medicinas para los enfermos de cáncer. Ella no ha recibido las 10 sesiones de quimioterapia que requiere por su enfermedad.
Dijo haber sido diagnosticada hace ocho meses con cáncer, y señaló que “nunca” ha recibido el tratamiento.
“Mi esposa va a morir, estamos claros en eso”, dijo su esposo. “Uno de los directores del Seguro Social dice que los medicamentos no existen en el país. Mi esposa está condenada”, lamentó.