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Reuters/Reforma

Productores mexicanos prevén que el arancel fijado esta semana a las manzanas estadounidenses eleve en hasta 15 por ciento el precio al que venden el fruto en el mercado local, compensando al menos parcialmente lo que han considerado durante años como competencia desleal de Estados Unidos.

El Gobierno mexicano impuso el martes aranceles de entre 15 y 25 por ciento a productos de acero y algunos bienes agrícolas de su vecino, incluido 20 por ciento a las manzanas, en respuesta a las tarifas que Estados Unidos fijó a las importaciones de acero y aluminio procedentes de México, Canadá y la Unión Europea.

«Esto va a repercutir en que la producción tendrá un valor más justo y un comercio interior más protegido», dijo Elier García, presidente de la Unión Agrícola Regional de Fruticultores del Estado de Chihuahua (Unifrut).

Chihuahua es el mayor productor de manzanas de México, país que produjo 714 mil toneladas el año pasado con las que cubrió cerca de 78 por ciento del consumo nacional, de acuerdo con cifras oficiales.

Al igual que otros productos agrícolas, como el azúcar y el aguacate, la manzana mexicana ha tenido una historia de claroscuros en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC) que integran Canadá, México y Estados Unidos.

Productores mexicanos se han quejado durante años de que el fruto estadounidense compite deslealmente en el mercado local, afectando sus ganancias y, en algunas ocasiones, el Gobierno les ha fijado cuotas compensatorias.

Estados Unidos es el principal proveedor de manzanas a México. El año pasado envió 277 mil toneladas del fruto al País, seguido de lejos por Chile, con 3 mil 264 toneladas.

«Al ponerse una cuota arancelaria como la de ahora, obviamente el sector manzanero y diferentes industrias donde se pusieron estos aranceles nos vemos beneficiados», dijo García en entrevista telefónica.

Los países miembros del TLC negocian actualmente una modernización del acuerdo, pero los aranceles al acero y aluminio han enturbiado las conversaciones.

Los productores de manzanas no descartan que Estados Unidos busque ejercer presión en las conversaciones mediante los gravámenes al acero y aluminio, y que los beneficios que obtuvieron con los aranceles impuestos en represalia por México sean temporales.

«Ahora no podemos hacer cuentas alegres (…) No podemos hacer planes a futuro», dijo García.

El agricultor descartó que se produzca un desabasto como consecuencia de las nuevas tarifas a las manzanas estadounidenses, porque en julio empieza la cosecha en algunos estados productores, mientras que Canadá y Chile podrían beneficiarse y suplir parte de la fruta en caso de que se requiera.

Tampoco prevé un mayor impacto en el precio que pagan los consumidores por la manzana, porque cree que los intermediarios asumirían los costos adicionales para evitar que caiga la demanda.

«Estos precios no deben repercutir en el consumidor (…) No vemos que vaya a repercutir de manera fuerte». Hora de publicación: 20