Del futbol a la diplomacia petrolera: el presidente ruso, Vladimir Putin, y el príncipe heredero saudita, Mohammed bin Salman, hablarán de cómo impulsar la producción de petróleo mundial mientras mantienen su alianza. Los líderes se reunirán este jueves para ver el partido inaugural de la Copa del Mundo de futbol, que enfrenta a sus dos naciones en el Estadio Luzhnikí en Moscú.
Los mayores exportadores de petróleo del mundo están negociando cómo modificar el exitoso acuerdo sin precedentes para controlar la producción de crudo, al mismo tiempo que las sanciones de Estados Unidos a Irán y el colapso de la industria en Venezuela amenazan con generar una mayor alza de los precios.
También deben lidiar con el presidente Donald Trump, quien usó su cuenta de Twitter el miércoles para acusar a la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) de inflar artificialmente los precios del crudo.
“Ésta será la reunión más política de la OPEP en mucho tiempo”, afirmó Amrita Sen, jefa de análisis de petróleo en la consultora Energy Aspects.
Tanto Arabia Saudita como Rusia han propuesto planes para que el denominado grupo ampliado de la OPEP agregue hasta 1 millón de barriles diarios, cerca de 1 por ciento de la producción mundial, aunque los saudíes favorecen un aumento menor.
Todo apunta a que las diferencias aún se mantienen entre Riad y Moscú, que han trabajado muy de cerca en los últimos dos años.
Rusia y Arabia Saudita comparten la idea de que la producción debe aumentar gradualmente, pero el volumen preciso a inyectar en el mercado y el cronograma para hacerlo siguen en discusión, declaró Alexander Novak, el ministro de Energía ruso, en una entrevista en Moscú.
Novak se reunió con su homólogo saudita, Khalid Al-Falih, el miércoles por la tarde y acordaron volver a conversar este jueves.
Lograr un acuerdo mutuo podría ser más fácil que obtener la aprobación de los 24 países miembros que participaron del acuerdo, firmado por primera vez en 2016. La Organización para los Países Exportadores de Petróleo se reunirá en Viena el próximo 22 de junio.
Por otra parte, Irán, Venezuela e Irak ya han hecho público su rechazo a un aumento de la producción.
“Un aumento de parte de los cuatro principales productores (Kuwait, Rusia, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos) parece inevitable”, indicó Ed Morde, jefe de análisis de materias primas de Citigroup, en Nueva York, en un informe distribuido a sus clientes.
Sin embargo, a menos de 10 días de la reunión de la OPEP, el tamaño y calendario de dicho aumento todavía están en el aire, señaló.
Teherán dejó en claro la división que existe en el interior del grupo petrolero el miércoles, cuando un alto cargo aseguró que los niveles actuales de producción son adecuados y que el grupo no debería ceder ante la presión de Estados Unidos.