El Gobierno estadounidense negó hoy que esté usando a los alrededor de 2.000 niños inmigrantes separados de sus familias en la frontera como “peones” para lograr fines políticos como la financiación del muro, y rechazó que esa política busque disuadir a otros indocumentados de migrar a Estados Unidos.
La secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kirstjen Nielsen, defendió además la forma en la que el Gobierno de Donald Trump trata a los niños inmigrantes separados de sus padres, pese a las duras imágenes y grabaciones de los menores difundidas por los medios de comunicación.
“No se está usando a los niños como peones”, dijo Nielsen al ser preguntada en una conferencia de prensa por si el presidente estadounidense, Donald Trump, ha decidido separar a las familias para atraer la atención del Congreso y ofrecerles el fin de esa política a cambio de fondos para erigir el muro con México.
La titular del departamento encargado de inmigración acudió a la Casa Blanca para promocionar la posición oficial ante la creciente indignación que han generado en Estados Unidos las imágenes de menores alojados en almacenes y, en algunos casos, dentro de recintos divididos a modo de jaulas.
Según datos oficiales, cerca de 2 mil menores inmigrantes han sido separados de sus familias en la frontera con México en un plazo de seis semanas, en el marco de la política de “tolerancia cero” de Trump contra la inmigración ilegal, que implica tratar como criminales a los indocumentados que entran al país.
Nielsen insistió en que el Congreso estadounidense es “el único que puede arreglar” la situación mediante cambios a las leyes migratorias, a pesar de que la legislación actual no obliga al Gobierno a procesar criminalmente a los indocumentados y encarcelarlos separados de sus hijos, como ocurre ahora.
“Esta no es una idea controvertida”, alegó Nielsen, al argumentar que si un estadounidense fuera acusado de un crimen y “fuera a la cárcel”, la sociedad entendería que “se le separase de sus hijos”.
La funcionaria consideró “ofensivo” que se insinúe que la política de separación de familias tiene como objetivo disuadir a otros inmigrantes de que intenten entrar ilegalmente en EU.
“¿Por qué crearíamos una política que hiciera eso?”, preguntó Nielsen, a pesar de que el jefe de gabinete de la Casa Blanca, John Kelly, admitió el año pasado que estaba planteándose separar a las familias inmigrantes como táctica de disuasión.