«La presión es enorme» sobre la selección de Alemania, admitió este miércoles Thomas Müller, a tres días del crucial partido ante Suecia, en la segunda jornada del Grupo F, donde los defensores del título se juegan su supervivencia en el torneo tras caer 1-0 ante México en el debut.
«Claro que hacemos autocrítica, pero hay que mirar hacia adelante. Nos quedan dos partidos y la presión es enorme», declaró el jugador del Bayern de Múnich después de un entrenamiento en un día soleado en Sochi.
Los suecos ganaron en la primera jornada a Corea del Sur y Alemania, en caso de derrota, quedaría prácticamente eliminada en la primera fase, algo que no le ha pasado nunca desde su regreso al Mundial en 1954 después de la Segunda Guerra Mundial.
Preguntado por las carencias mostradas ante los mexicanos, Müller insistió en que el equipo trabajaba para mejorar diversos puntos, antes de señalar que hay que ser positivos: «No vamos a ganar estos dos partidos si solo nos flagelamos, preguntándonos si esto o lo otro fue mal».
Después de partidos amistosos decepcionantes en junio (derrota 2-1 ante Austria y una victoria trabajada contra Arabia Saudita 2-1), «pensamos un poco a la ligera que, cuando el torneo comenzara, íbamos a reencontrar nuestra frescura y nuestras fuerzas habituales, pero a posteriori se puede decir que habíamos evaluado mal la situación», admitió Müller.