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RT/SinEmbargo

Las fotos de un trofeo de cacería conseguido por una mujer estadounidense se han viralizado en las redes en las últimas semanas, en respuesta a un llamado a compartirlas proveniente de un medio sudafricano. El nombre de Tess Thompson Talley, la cazadora, se ha convertido en una etiqueta en Facebook, Instagram y Twitter, donde cientos de internautas arremeten contra ella porque mató a una aparentemente rara jirafa negra.

La caza que le dio tan controvertida fama tuvo lugar en las sabanas de Sudáfrica el año pasado y fue totalmente legal. En aquel entonces, ella misma publicó en Facebook algunas imágenes con el animal que había matado, pero pasaron inadvertidas para los defensores de la vida silvestre. Talley afirmó que se trataba de un sueño de toda su vida y que fue respuesta a sus oraciones la oportunidad de haberlo encontrado.

Ante la reciente ola de críticas y desaprobación, la cazadora mandó un mensaje de explicaciones a un buzón de correo electrónico de Fox News. Según recoge el canal, allí explicó que el animal eliminado pertenecía a una subespecie en expansión y que su creciente población ha sido posible gracias a “los cazadores y los esfuerzos de conservación pagados en gran parte por la caza mayor”.

Se retractó del calificativo de “raro” que acompañaba su publicación inicial y dijo que se refería solo a la pinta de la jirafa muerta de sus fotos: “La raza no es rara de ninguna otra manera que no sea por muy vieja. Las jirafas se vuelven más oscuras con la edad”, aseguró. Otro argumento fue que el mamífero en cuestión, con una edad de 18 años, ya no podía procrear.

La tormenta en las redes sociales llegó a calificar a Thompson Talley y su comportamiento como “en parte neanderthal”. En opinión de la actriz Debra Messing, premio Emmy, la mujer de Kentucky “es una asesina egoísta, desalmada, vil, amoral, repugnante” por fotografiarse junto al animal muerto. Otros tachan de estupidez tanto la caza como las leyes de Sudáfrica que se lo permitieron.

Sin embargo, hay comentarios en defensa de la cazadora. El autor de uno de ellos,que recoge Heavy.com, lamenta haber recibido una carta de odio y sugiere a Tess Talley mantenerse fuerte ante las críticas.

Una petición pública que demanda poner fin a la matanza de especies amenazadas por Tess Talley ha reunido ya cerca de cinco mil votos a su favor.

Para Talley, la jirafa no fue la primera ni tampoco será la última de sus presas africanas. En la repercusión social que recibe el caso de la jirafa, la mujer sigue los pasos del dentista estadounidense Walter Palmer, que mató y decapitó en 2015 al león más conocido de África, conocido como Cecil.