Conforme pasan los días posteriores a la elección del Domingo, pareciera que en el PRI se está generando un nuevo villano a quien habrá que achacarle todos los males que el partido sufre en lo que es su debacle: Héctor Yunes.

Hay que recordar que el villano por excelencia en estos últimos años fue Javier Duarte de Ochoa, pero no sólo del PRI (recuerden que fue expulsado ipso facto del partidazo), sino del PAN y de casi (sí, casi) todos los partidos que hubo un momento en que hizo olvidar la animadversión que había contra el presidente Enrique Peña Nieto.

Al todavía senador, ex candidato a la gubernatura y ex coordinador de Meade en Veracruz, lo acusan de haber pactado con Morena, de agandallarse en un momento determinado al partido, pluris (la de él, la de su hija y la de su brazo derecho, Jorge Moreno Salinas) y simplemente no apoyar a Pepe Yunes en esta contienda.

Si damos por buenas todas estas leyendas que se cuentan de Héctor Yunes, para muchos otros priístas, serían el distractor perfecto para que nadie entonces se tomara la molestia de voltear a verlos y no cuestionar su nulo trabajo en pos de una de las mejores cartas que el PRI haya tenido en este tipo de elecciones.

II

En cierta reunión con jefes de sectores y representativos del partido, se habla de cantidades de dinero para el activismo político del PRI. Cuando citan lo entregado a la CNC de Veracruz, el dirigente hace el intento de levantarse para aclarar que hasta ese momento no había recibido quinto, pero una mano femenina de inmediato lo contuvo posándose en su antebrazo… “Yo te explico…”, le dijo. Intrigado, y por respeto a la dama, esperó lo que más tarde, con palabras escuetas, le diría la priísta a quien alguna vez las mismas mujeres llamaran la Reinis Mayor: “Beatriz y yo nos haremos cargo”. Al buen entendedor… y Molina Palacios entonces se hizo a un lado.

III

En Boca del Río se habla de la comida que tuvieron ayer algunos priístas convocados por Graciela Tejeda y Amando López Rosado. Los que asistieron, grupo compacto, cerrado, enlaces, creyeron que habrían de escuchar un discurso de fortaleza, de unión, de solidaridad y confrontación a retos futuros, pero se llevaron la sorpresa de que era el planteamiento de un proyecto político… personal. ¿El destape de Graciela Tejeda? Sí, parece que la priísta busca ser candidata a la alcaldía de Boca del Río… ¡en tres años! En fin, algunos enlaces que esperaban una arenga propia de un Leónidas, se quedaron con las ganas y para ellos, no era más que la confirmación de lo que se rumora hubo por parte de la representante del Movimiento Territorial boqueño: su activismo político le costó más que votos al PRI… se lo cobró muy caro.

IV

Insisto: el triunfo de Morena en Veracruz es la expresión de los ciudadanos en las urnas. Ahora, igual la circunstancia de que un ciudadano exprese su admiración por el candidato triunfador, también es respetable, pero no sé cómo tomen los priístas que Alberto Silva Ramos, ex funcionario del gabinete duartista, comparta en sus redes sociales a Cuitláhuac García.

Por supuesto, no fue la primera vez… en la última visita a Xalapa de Andrés Manuel López Obrador, el famoso Cisne puso en su Twitter lo siguiente: “Plaza Lerdo a la espera de AMLO!” junto con una foto. Me pregunta un seguidor de Morena qué implica en mi imaginación la broma de ubicarlo como titular de CGCS (en redes sociales). Le respondo: “Simplemente se va corroborando que algunos duartistas siempre apoyaron a Morena… no de ahora…”

V

Insisto: El voto del ciudadano a favor de Morena es la voluntad popular, pero aparte de ello, es imposible negar que muchos que dicen militar en el PRI, le jugaron las contras a Pepe, y quizás sean ésos que tratan de enfocar en Héctor, la creación de un nuevo villano en esta debacle priísta que va dejando de lado a Javier Duarte, para que a ellos, ni siquiera se moleste uno con verlos de lado…