Más de 30 casos al mes de maltrato animal se reportan ante el grupo prodefensa de los derechos de los animales “Unidos por los Animales AD”; sin embargo, el colectivo no tiene la naturaleza jurídica para enfrentar o denunciar dichas situaciones, de modo que estas se cometen en Agua Dulce de forma impune.
Janet Alvarado, una de las principales integrantes de esta agrupación, mencionó que a la semana se enteran de entre 6 y 7 casos de maltrato, pero en la mayoría de los casos no pueden intervenir ya que se trata de situaciones que ocurren dentro de la propiedad privada.
Ante la difícil temporada de calor que se experimenta en la región, la activista señala que es fundamental proporcionar agua fresca a los animales y no tenerlos amarrados a la intemperie, no obstante, muchos dueños de mascotas omiten esta medida y dejan a sus animales bajo el sol.
A pesar de que esto se considera una forma de maltrato y puede haber consecuencias si se aplica la Ley de Protección a los Animales para el Estado de Veracruz, resulta necesario que primero se inicie una denuncia penal, lo cual implica gastos, tiempo, esfuerzo y, sobre todo, acudir hasta Las Choapas, pues en Agua Dulce no hay alguna Unidad de Procuración de Justicia de la Fiscalía General del Estado.
Según Janet Alvarado, lo que más reciben son quejas sobre personas que tienen amarrados a sus perros en azoteas o a la intemperie en los patios, no obstante, a pesar de ser un grupo con labores de activismo, no pueden intervenir directamente a los dueños de esas mascotas, más aún cuando “no sabemos con quién podemos meternos, a como están las cosas”.
Esta situación ha llevado al grupo a documentar decenas de casos al mes, pero a no poder hacer nada más, ante el posible riesgo de su integridad, además de la carencia de espacios para iniciar una denuncia formal, por lo que han pedido que las autoridades competentes intervengan en estos asuntos.
Prácticamente el grupo ha recibido quejas de todas las colonias, por lo que no se trata de un hecho exclusivo de alguna zona de la ciudad, lo que refleja que el maltrato animal es generalizado e independiente de la situación económica.