El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el jueves que no tiene «ningún apuro» en acordar un nuevo Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con sus socios de México y Canadá.
Al cumplirse un año del inicio de las conversaciones impulsadas por Trump para revisar el pacto vigente desde 1994, el mandatario subrayó en una reunión de gabinete que «si no se puede hacer el acuerdo correcto, no se hace».
Funcionarios estadounidenses y mexicanos iniciaron en Washington su cuarta semana consecutiva de deliberaciones para resolver asuntos bilaterales, entre ellos los vinculados a la industria automotriz, luego de que las negociaciones entre los tres socios se estancaron en mayo.
«Vamos muy bien. No tengo ningún apuro. Queremos el trato correcto. El TLCAN ha sido un desastre para nuestro país». dijo Trump. «Entonces vamos a hacer un buen TLCAN, un TLCAN justo para nosotros, o no vamos a hacer ningún TLCAN».
El presidente estadounidense apuntó una vez más contra Canadá, diciendo que «sus aranceles son demasiado altos, sus barreras son demasiado fuertes. Por lo tanto, ni siquiera estamos hablando con ellos en este momento».
Los jefes negociadores se han mostrado optimistas en las últimas semanas.
En la reunión, el representante comercial estadounidense, Robert Lighthizer, le dijo a Trump que confiaba en lograr «un gran avance» en los próximos días a pesar de que «todavía hay algunos problemas difíciles en los que trabajar».
«Tengo esperanzas con México. Y espero que una vez que tengamos un acuerdo con México, Canadá nos acompañe», dijo.
El secretario de Economía mexicano, Ildefonso Guajardo, que encabeza la delegación de su país, dijo el miércoles que habló por teléfono con la canciller canadiense, Chrystia Freeland, y estaba «esperanzado» a poder sostener conversaciones trilaterales a la brevedad, una vez solucionados los temas con Estados Unidos.
Además del álgido tema del cambio de las reglas de origen para la industria automotriz, que Estados Unidos quiere endurecer y México flexibilizar, está pendiente el debate de la denominada «cláusula de caducidad».
Lighthizer sugirió el mes pasado que estaba a favor de esta disposición, que establecería que las partes renovaran cada cinco años lo acordado. Pero tanto México como Canadá han rechazado de plano la idea, que a principios de año contribuyó a descarrilar las negociaciones.
Guajardo, que prevé continuar las reuniones en Washington el viernes, se dijo confiado en ver «la luz al final del túnel», al ser preguntado sobre la posibilidad de lograr un nuevo TLCAN antes del final de agosto.
Estados Unidos y México quieren sellar un nuevo pacto antes de que el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, deje el cargo el 1 de diciembre, y para que eso ocurra, el Congreso estadounidense debe ser avisado con 90 días de anticipación.
Esto también permitiría tener un acuerdo TLCAN antes de que el nuevo Congreso de Estados Unidos se instale en enero, lo que protegería al nuevo pacto de eventuales cuestionamientos si los demócratas ganan el control de las legislatura en las elecciones de noviembre.