La maestra Elba Esther Gordillo se la pasó un poco más de cinco años en hospitales, detenida, y como veinte o más, disfrutando de los recursos sindicales, en viajes, ropa fina, grandes fiestas y propiedades. Creo que a sus 73 años sale ganando por mucho. Debería olvidarse de resentimientos, que éstos hacen mal a la salud, y dedicarse a viajar por el mundo, disfrutar a sus nietos y la vida en general. Y eso también deberían hacer otros poderosos dirigentes o ex-dirigentes sindicales que han provocado que de México se tenga una mala imagen de gran corrupción sindical. Foto de periódico AM.