La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) ajustó a la baja su expectativa de crecimiento económico para México en 2018 a 2.2 por ciento, respecto al 2.3 por ciento que había previsto en abril.
El ajuste, dado a conocer este jueves, se debió al efecto de menor inversión pública y la ‘batalla’ por controlar la inflación, expuso Alicia Bárcenas, secretaria ejecutiva del organismo.
“Lo que más impulsó el crecimiento de México en el último año y en la primera parte del 2018 fue el comercio con Estados Unidos que sigue dinámico. Las importaciones mexicanas en ese país crecieron de 10 mil millones de dólares en 2010 y y ahora son de 13 mil 500 millones de dólares y sigue creciendo; también hubo un aumento de ingresos públicos petroleros, pero la inversión pública cayó 36.8 por ciento en infraestructura física y el tema de la inflación es importante, en donde se está haciendo un esfuerzo”, explicó.
En conferencia de prensa para la presentación del Estudio Económico de América Latina y el Caribe, en su sede de la Ciudad de México, la funcionaria agregó que para México hay incertidumbres sobre el proteccionismo en general pero la probable conclusión de las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), “permitirá mantener los niveles de inversión extranjera.
“Creo que los proyectos de infraestructura como los plantea el Gobierno entrante, son señales positivas para potencializar las inversiones en México. El Tren Maya, la franja norte; hay un programa importante de infraestructura. ¿Qué porcentaje debe ser privado o público?, se debe analizar caso a caso”, detalló.
En medio de un entorno global protagonizado por tensiones comerciales, la depreciación de monedas emergentes y menores flujos hacia la región de América Latina, las proyecciones de la Cepal para este año fueron recortadas a nivel regional a 1.5 por ciento, desde el 2.2 por ciento que se estimó en abril, con “diferencias muy importantes entre las subregiones”, señaló la funcionaria.
Mientras que la región crecerá 1.5 por ciento contra 1.2 por ciento en 2017, en América del Sur se estima un crecimiento de 1.2 por ciento, y América Central y México un repunte de 2.5 por ciento. Sólo México tendrá un incremento de 2.2 por ciento.
“La inversión pública en México cayó 5 por ciento anual en términos reales entre 2012 y 2017, lo que ha sido esencial para que el país no supere la tasa de crecimiento del 2 por ciento”, señaló Bárcenas.
En la presentación, el organismo profundizó en el comportamiento de la inversión en la región con un análisis particular en los mercados de México, Argentina y Colombia.
Mientras que en México en la década de los sesentas la inversión pública tenía un peso de 1.1 por ciento en el PIB, éste logró crecer 5.8 por ciento.
Entre 1970 y 1981, cuando la inversión pública representó 1.5 por ciento del PIB, el crecimiento económico llegó a 6.3 por ciento. Entre 2010 y 2015 la inversión fue de 0.5 por ciento y el PIB creció 2.6 por ciento, señala el reporte.